Óscar Amador fue el único triunfador de la quinta novillada del ciclo en el "Nuevo Progreso" de Guadalajara, pues le cortó un aoreja al segundo de su lote en un festejo que fue suspendido tras la muerte del quinto ejemplar, dado que la fuerte lluvia impidió continuar al lidia.
Nadie esperaba que una tarde soleada y calurosa terminara en una efímera pero constante lluvia que obligó a que se suspendiera el festejo tras dar muerte al quinto toro de la tarde.
Como triunfador absoluto resultó el tlaxcalteca Óscar Amador, que en su segundo novillo cuajó una faena de mucho mérito, justo cuando la lluvia se hizo presente. Se enfrentó ante un astado que presentó buenas condiciones para su lidia, lo cual el torero, presionado por haber fracasado en su primer enemigo, sacó la casta, y tras quitar por gaoneras ceñidas, dejó ver buenos detalles con la muleta que se la jalearon.
A la hora de matar colocó una estocada entera, aunque ligeramente delantera, para hacerse así acreedor a la única oreja concedida en la tarde. Con su primer ejemplar nada pudo hacer, a pesar de ser el único astado premiado con arrastre lento; tras pinchar en varias ocasiones escuchó dos avisos y se retiró al callejón en silencio.
Por su parte, el ecuatoriano José Antonio Bustamante gustó a la afición tapatía. En su primer enemigo lució con capote en dos largas de rodillas, para después lograr destellos. El burel mostró buenas condiciones, lo cual aprovechó por momentos con muletazos por la diestra. La faena vino a menos, aunque no las embestidas del novillo. Despenó al astado después de un pinchazo y entera en buen sitio.
El que abrió plaza, Antonio Galindo, estuvo en torero, pero no logró transmitir en el tendido. Pechó con el novillo menos bueno del encierro, el primero de la tarde. Ya con su segundo, Galindo tampoco logró conectar con el públco y se fue en blanco.