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Crónica Reciente

No todo está perdido
Domingo, 19 Oct 2008 | Guadalajara, Jalisco
Fuente: Fernando Barrera / Corresponsal
     

La Fiesta tiene futuro, promisorio, alegre, fresco. Tres chavalas y cuatro críos demostraron que las esperanzas no pueden perderse, no con ellos. El festival de escuelas taurinas dejó claro que cuando las cosas se hacen bien el camino para llegar a figurar no es tan difícil.

Paola San Román, de apenas 12 años de edad, tiene más afición clase y valor que muchos de los que andan por ahí con la pose de ser toreros. Ella lo es desde que parte plaza hasta que sale a hombros, como hoy lo hizo al cortar dos orejas.

Paola tuvo una actuación casi redonda es sus dos intervenciones. La primera, tuvo momentos de gran valía, sobre todo de raza,  pero no logró rubricarla. En cambio, con el que estoqueó por Michelito Lagravere, tuvo a tan escasa edad la capacidad de recrearse con novillo de ensueño, prodigando temple y empaque. Con la plaza de cabeza cortó dos orejas y salió por la puerta grande.

La salida a hombros la compartió con Sebastián Palomo, de la Escuela Taurina de Huamantla. Con apenas 11 años no juega a ser torero, porque lo es. El utrero de Corlome, más alto que él, no lo amedrentó, por el contrario. Un niño que calificarlo de prodigio no es exagerado, pues además de valiente, posee hondura con su diminuto toreo y algo único, la verdad ingenua de un niño, sin ventajas ni alivios. Sebastián, al igual que Paola, se hizo acreedor a un juego de avíos donado por una radiodifusora local, amén de 200 duros que un aficionado le arrojó y que de algo servirán para sufragar los gastos.

En estos tiempos donde la equidad de género exige cuotas, en el toreo comienzan a saldarse, ejemplo de ello son Lulú de la Vega y Mari Paz Torres, ambas de la Escuela Taurina Queretana. Lulú tuvo momentos interesantes, pero el eral de Xajay, el más hecho de todos, le pasó una factura alta y la mandó al hule con un fuerte golpe en la rodilla cuando dramáticamente la entableró.

Mari Paz tiene la suavidad y delicadeza que solo la mujer posee y con esa virtud dibujó una verónicas tan tersas que de inmediato la gente, que acudió en buen número, se levantó de sus asientos. Con la muleta le costó un poco mantener el ritmo, pero dejó un inmejorable sabor de boca.

Tanto Fernando Gómez, de la Academia Municipal Taurina de Guadalajara, como Ángel Giovanni “Platerito”, de la Escuela Taurina de Zacatecas tuvieron también momentos de valía. Falta aún mucho camino por recorrer, pero las bases fundamentales del torero y el valor, las tienen bien cimentadas.

Se esperaba con expectación a Michelito, quien por la mañana, en Pachuca, había cortado dos orejas a un becerro de La Joya, de encaste español, pero apenas se abrió de capa y fue dramáticamente lanzado por los aires con una fortísima contusión en la cadera, de la que no pudo levantarse en prevención de algo más fuerte.

Este, sin duda, es un invaluable impulso a la Fiesta por parte de la Federación Mexicana de Escuelas Taurinas (Femet), que debe seguir porque no todo está perdido.


Ficha

Festival de Escuelas Taurinas. Cerca de 3.500 personas en tarde agradabñe. 7 erales de Xajay, Carranco (2º y 6º),  Arroyo Hondo,  Corlomé, Karina y Paco Santoyo, Bernaldo de Quirós y San Isidro. Lulú de la Vega: Ovación camino a la enfermería. Paola San Román: Vuelta y dos orejas en el que mató por Michelito Lagravere. Mari Paz Torres: Vuelta. Fernando Gómez: Vuelta. Sebastián Palomo: Vuelta. Ángel Giovanni “Platerito”: Vuelta. Buena actuación en conjunto de las cuadrillas de la Escuela Taurina de la Unión Mexicana de Picadores y Banderilleros.

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