Un torero importante puede cuajar en Christian Verdín, el tapatío que ya la semana pasada cortó una oreja y esta tarde reafirmó sus buenas maneras ante un astado que presentó algunas complicaciones, mismas que supo resolver.
Pese a su poco rodaje, de escasas cuatro novilladas, Verdín ha demostrado que está asimilando muy bien la técnica y hoy lo puso de manifiesto al darle la lidia adecuada a este descastadito novillo, aunque por momentos, y como es lógico, hacia notar su verdor.
Buenos muletazos por ambos lados consiguió el de Jalisco, haciendo gala de quietud y temple. instantes que emocionaron al tendido por la verdad con la que fuero ejecutados. Lástima que falló con el acero y todo terminó en palmas.
César Ibelles volvió a dejar constancia de sus buenas maneras y que está adquiriendo sitio delante de los pitones. Su novillo era muy noble, aunque tardo, es decir, no decidía la embestida, pero cuando metía la cabeza lo hacía con cierta clase. Ibelles le supo ser paciente y estructuró tandas de calidad, pero la posibilidad de tocar pelo se esfumó al pinchar.
Muy verde está todavía Saul Vázquez, pues le cuesta colocarse entre pase y pase y tocar siempre al astado, dándole espacio entre él y su cuerpo, pero en cambio, mostró mucha disposición y variedad en las suertes delante del buen novillo que le correspondió, como cuando ejecutó un quite por faroles invertidos que es realmente poco visto.
Sin fijar las zapatillas y con muchas precauciones anduvo José Medina ante un novillo bravo y que tenía transmisión. Por momentos logró muletazos de bella factura, pues tiene buen trazo y conecta rápido con el público, pero, al no confiarse y tener escasos recursos, producto de su inexperiencia, jamás logró ligar estos buenos instantes
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