La última corrida septembrina en la plaza "Oriente" de San Miguel de Allende fue supendida por lluvia a la muerte del segundo toro de la tarde, y solamente pudieron lidiar un ejemplar el rejoneador Horacio Casas y matador español Francisco Marco, mientras que Fabián Barba se quedó inédito.

Desde la hora del sorteo amenzaba lluvia, y la empresa que dirige el matador Marcial Herce decidió echar pa'lante y celebrar el festejo, no obstante los pocos boletos que para entonces se habían vendido.

Y a la hora anunciada, ante un cuarto de entrada, los toreros hicieron el paseíllo. Solamente lidiaron dos ejemplares de la ganadería de Atenco, que dieron juego desigual. El primero, que fue manejable, tocó en suerte al caballista capitalino, que clavó un rejón de castigo montando a "Flamenco", y cinco banderillas sobre los lomos de otros dos caballos: "Chipirón" y "Moura", que se mostraron a un excelente nivel. Asimismo, clavó dos pares de cortas y mató con eficacia después de la mangífica pega de los Forcados Mazatlecos.

Era tan poco el ambiente para pedir la oreja, sobre todo cuando comenzó a llover con mucha fuerza, que Horacio se limitó a dar una vuelta al ruedo.

Poteriormente, el español Francisco Marco estuvo muy esforzado ante un ejemplar que no tenía un paso y su actuación fue más que meritoria y digna. Al terminar la lidia de este toro, la autoridad con sultó a la empresa y a los toreros y decidieron suspender el festejo porque el piso estaba impracticable.

Con las ganas de torear se quedó el hidrocálido Fabián Barba. Ya será en otra, como se dice.