Un gran encierro por donde se le vea, nos envió don Eduardo Hernández de los Santos. Con trapío, bien criado, fino, parejo de hechuras, de lidias interesantes. Novillos que -excepción hecha del tercero- tuvieron fijeza, claridad, prontitud y obediencia a los engaños. Uno de ellos -el cierra plaza- tuvo la mezcla de bravura y obediencia que transmiten emoción a los tendidos. Vamos… el resto también; pero ese fue excepcional en ese sentido.
Delante de ellos estuvo una tercia de chavales con voluntad, disposición y, como Nicolás Gutiérrez, el poder y el temple necesarios para toparle al sexto, que hubo que poderle a través de toda la buena faena. Desde la salida, el ruedo le venía chico; tanto que intentó saltar las tablas en un par de ocasiones. Lo mejor vino con la pañosa.
El novillero aguascalentense, se fajó con él en pases por bajo a un enemigo que llegó con fuerza al tercio de muerte, pero que bastaron para someter al de Guanamé. Con mucho que torear, el chaval construyó una faena seria, firme, con series emocionantes y templadas sobretodo con la derecha. Desplantes oportunos sin bisutería ni desplantes chabacanos. Bien ganada la oreja, a pesar que tuvo que usar la espada corta, luego de una estocada entera insuficiente para que doblara.
El primero de su lote, un cárdeno oscuro que el público aplaudió al saltar al ruedo, ya en palos confirmó que iba, no sólo a regatear la embestida, sino que vendería cara su vida. Y se terció. Y se rajó. Y Nicolás le plantó cara hasta llevarse un par de maromas. Eso sí, Gutiérrez jamás rehuyó la peles. Ni se fue de la cara, ni echó la pata pa’tras. ¿Que el toro se hizo de hueso?… al público no le importó. Ni por error se escuchó algún pito en los tendidos, o reclamo al valiente chaval. A estoquear se aprende. Nicolás Gutiérrez justificó su repetición, como más que justo sería verle de nuevo.
El paisano Christian Verdín se llevó el lote esta tarde. Como siga en esa línea el que mete la mano al sombrero… se hace rico. Al primero de su lote, "Codorniz", con 435 kg en los lomos, negro bragado corrido, delantero de astifina cuerna, Verdín lo lanceó por chicuelinas rematadas con una larga de rodilla para escuchar la primera Diana del festejo. Fue pronto el toro a pelear de firme con los caballos, para después acudir con alegría a las banderillas.
Al inicio del tercio de muerte, el tapatío emocionó a los tendidos al ejecutar un par de cambiados en el centro del ruedo. Vendría lo mejor. Series con la derecha, para con tino echarse la muleta a la mano zurda, solazarse en trazos largos que el novillo tomaba con nobleza, claridad, ritmo y son. Fue un trasteo juiciosamente por naturales. La nobleza en las embestidas permitió que el verde Verdín saliera con un triunfo importante de este ruedo, a veces tan complejo como exigente. Indulto a cuenta del palco.
El otro que vino en el papelillo de sorteo del guadalajarense fue el de más romana de la tarde (470 kilos), pero cada gramo, cada kilo fueron de calidad, fijeza, son, nobleza, prontitud y claridad. Este más que carpintero fue ebanista. A fe buena que Verdín casi lo aprovechó en una faena netamente derechista. Lo veremos con gusto de nuevo, porque nos deja con fe a los aficionados de esta ciudad. Eterno con las espadas y así… pero así… estuvo de escuchar los tres avisos.
Hoy no fue la tarde de Juan Pablo Miramontes. Con el primero de la tarde consiguió sus momentos más afortunados al torear por la derecha a un novillo tardo que además embistió tan despacio que había que esperarlo mucho en verdad, materia escolar de no fácil implementación para alguien que torea con poca asiduidad.
Juan Pablo estuvo ahí, en la línea de fuego. Como había pinchado en el primer intento se entregó en una demostración de mucho pundonor y gran vergüenza torera. Fue una cogida que presagiaba un asunto grave. Por fortuna no pasó de la ropa. Con el segundo de su lote, en un ruedo empapado y cubierto de aserrín, ni toro ni torero se confiaron. Su mejor pasaje lo vivió con la muleta en la derecha, al ejecutar un par de series a pies juntos, con la muletita atrasada, con temple, con buen gusto y correspondencia de toda la parroquia. Sepultó una estocada entera de no muy buena colocación, pero que fue suficiente para que doblara su enemigo.
La empresa anuncia para los próximos días 14 y 15 de septiembre, los festivales de escuelas taurinas de México que ya se están convirtiendo en una tradición en esta plaza, para reanudar la temporada de novilladas, el domingo 22 del presente.