Un par de horas antes del festejo se informó que éste sería mano a mano, debido a la inasistencia de
El Pana. Y a lo largo de la tarde hubo hechos diversos:
Rafael Ortega que conoce los gustos de cada público, hizo lo que le pedían alzándose con tres orejas. Por su parte,
Julio Benítez poco enseñó, aunque estuvo tan voluntarioso como desacertado con los aceros.
En el toro que abrió plaza vimos a
Rafael Ortega muy bien con el capote, y banderilleando con facilidad. En su planteamiento fue ganando terreno para de ahí lograr ayudados muy completos en poca dosis cuando el burel se empezó a rajar; como su estocada caída hizo efecto rápido solicitaron la oreja que paseó entre leves protestas.
El tercero era chico, por lo mismo fue protestado y devuelto; en su lugar vino uno de
Boquilla del Carmen que resultó malo, y tras cubrir la cuadrilla el segundo tercio, viendo
Ortega que no había posibilidades de lucir, con media estocada lo envió al destazadero, retirándose en silencio.
El quinto, aunque falto de emotividad, fue un ejemplar que se dejó.
Rafael ejecutó lances a pies juntos con ritmo, y el entusiasmo del público creció cuando volvió a clavar los palos en buen sitio; lamentablemente, en la faena de muleta se valió del toreo oropelesco que impactó a las mayorías y pidieron las orejas, siendo otorgadas después de matar de una eficaz estocada.
Un extraño hizo el segundo toro que correspondió a
Julio Benítez, golpeándolo por el vientre, y en el tercer muletazo se le coló empezando a ponerlo en apuros y haciéndolo ver mal; con la tizona fatal hasta escuchar dos avisos y fuertes protestas del respetable.
Más trasmisión tuvo el cuarto,
Julio decidido a sacarse la espina, echó las rodillas a la arena con la capa, estirándose después en verónicas un tanto rapidillas. Un buen puyazo de
Víctor Ortega dejó en su punto al toro, y el torero calentó al tendido aunque por momentos cortaba las series. Sus desaciertos con la espada le granjearon un aviso, aunque fue llamado a saludar en el tercio.
Muchas protestas y recuerdos al juez, ocasionó el corrido en sexto lugar, ya que salió resentido de los cuartos traseros; airadamente pedían que se cambiara, pero esta vez la autoridad no accedió originándose una gran bronca;
Julio lo mató de una media estocada en buen sitio para acallar las protestas.
En vista de lo anterior, el matador español anunció uno de regalo y se puso a tono con los feriantes, que le festejaron saltos de la rana. Se le pasó el tiempo, y le sonaron un aviso tras el cual escuchó palmas al retirarse a la barrera.
Ficha Segunda corrida de feria. LLeno en tarde templada. 5 Toros de
Valparaíso y 2 de
Boquilla del Carmen (3o, sobrero sustituto y 7o., de regalo). Pesos: 490, 465, 455, 530, 480, 500, 480 y 515 kilos.
Rafael Ortega (rosa y oro): Oreja con algunas protestas, silencio y dos orejas.
Julio Benítez "El Cordobés hijo" (sangre de toro y oro): Silencio tras dos avisos, ovación tras aviso, silencio y palmas tras aviso en el de regalo. Destacó en varas
Víctor Ortega. Rafael Ortega salió hombros.