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Crónica Reciente

Moura debuta en México con el pie derecho
Sábado, 01 Nov 2008 | Valle de Bravo, Edomex
Fuente: Juan Antonio de Labra / Enviado
     

El debut de Joao Moura hijo en suelo mexicano ha sido triunfal, pues cortó cuatro orejas y un rabo en la corrida celebrada en "Rancho Avándaro", de Valle de Bravo. Pero al margen de este resultado tan numeroso en cuanto a trofeos concedidos se refiere, el rejoneador lusitano anduvo muy a gusto delante del mejor lote del encierro de Santo Tomás. Y los dos toros le permitieron templar de una manera asombrosa, porque todo cuanto realizó tuvo una gran cadencia.

Y esta deslumbrante demostración de suavidad, contó con la contraparte de raza manifestada por Horacio Casas, que no quiso quedarse atrás y se vio obligado a resolver con el lote menos propicio del encierro.  Es bueno saber que Joao viene a torear varias corridas de rejones, y la rivalidad es sana porque permite a los rejoneadores de estos pagos medirse con los de fuera y mejorar su nivel.

La faena más redonda la hizo al cuarto, un ejemplar cubeto de cuerna que tenía mucho son en la embestida. De salida, Joao se dobló con gran naturalidad montando a "Flamenco", y le ganó el terreno al de Santo Tomás hasta dejarle sin aliento. Después realizó quiebros y clavó banderillas en lo alto sin despeinarse. También al clavar cortas se metió fácilmente por los terrenos de adentro y aprovechó el último aliento del toro. Mató de un certero rejón de muerte y le concedieron las dos orejas y el rabo en medio del júbilo de la gente.

La lidia del segundo de la tarde tuvo su miga, pues fue el ejemplar más hecho del encierro, cuyo aspecto era de Murube, atendiendo el simiente con el que se formó esta ganadería, Rancho Seco, en cuyas líneas hay sangre de esta asolerada procedencia.

El toro mantuvo una acusada nobleza hasta el final y si acaso le sobró el segundo rejón de castigo, permitió a Moura torear despacio, con mucho temple y seguridad sobre los lomos de "Caranca", con la que colocó banderillas en lo alto.

Casas clavó un primer rejón de castigo muy caído que mermó las facultades físicas del toro que abrió plaza, de tal forma que hizo una faena breve y el haber estado acertado a la hora de matar se tradujo en la concesión de la primera oreja de la tarde.

Espoleado por la excelente actuación de Moura, el rejoneador capitalino se esforzó en el cuarto, un toro fuerte y bravo que a veces embestía por oleadas. Tres rejones de castigo utilizó de salida y el toro no terminó de atemperarse, así que el tercio de banderillas no fue fácil. El mejor momento fue al correr por delante al de Santo Tomás sobre los lomos de "Olé", así como el par a dos manos que entusiasmó al público. Otra vez estuvo certero a la hora de matar y cortó dos orejas.

Mención especial para los Forcados Mexicanos, que realizaron dos magníficas pegas al primer intento a los toros corridos en primero y segundo lugares. Una estuvo a cargo de Joaquín Obregón y la otra la hizo Diego Louceiro. En ambos casos, los rejoneadores del cartel les invitaron a compartir las palmas en sendas vueltas al ruedo. Y de manera muy merecida.

El público salió contento de la plaza, compuesto en su gran mayoría por gente de a caballo ya que en Rancho Avándaro se estaba celebrando un concurso hípico.

Ficha

Corrida de rejones. Poco más de un tercio de entrada en tarde calurosa. 4 toros de Santo Tomás, disparejos en presentación y juego. Sobresalieron 2º y 4º por su nobleza. Pesos: 440, 447, 458 y 445 kilos. Horacio Casas: Oreja y dos orejas. Joao Moura hijo: Dos orejas y dos orejas y rabo. Los Forcados Mexicanos dieron dos vueltas al ruedo. El banderillero Jorge Luna hizo un oportuno quite a Casas.

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