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Crónica Reciente

Todos triunfaron en la primer corrida de Puebla
Viernes, 22 May 2009 | Puebla, Pue.
Fuente: Álvaro Sánchez / Corresponsal
      
El mano a mano que sostuvieron en El Relicario, Rafael Ortega y Arturo Macías tuvo un final feliz al ser paseados a hombros ambos coletas y el empresario, tras haberse enderezado el rumbo del festejo que había tenido pasajes sin relevancia ni emoción.
 
La emoción es la que hace que el público se entregue, siendo eso lo que ocurrió en el sexto toro, de nombre "Cinco Estrellas" un berrendo en cárdeno al que Rafael Ortega lanceó con desgano; pero luego que empujó en el caballo de Paco Salinas hasta tumbarlo, Rafael buscó sacarle partido; sudó para banderillearlo pues le llegó un tanto crudo y puso en aprietos al matador.
 
Lástima que su labor muleteril fue muy acelerada, abrazándose a los costillares, con lo accesorio de los desplantes y soltando la muleta; en las últimas tandas el animal salía viendo al tendido y así hubo quienes pidieran el indulto. Una estocada caída pusó fin y el premio fueron las orejas y el rabo para Ortega y la vuelta para el burel; creeemos que no era para tanto.
 
Bien toreó de capa al bajito, cornicorto y descastado que abrió la función; sobresalió su primer par de banderillas aunque le festejaron más las cortas con las que cerró el tercio. Con temple y ritmo ligó dos series por el derecho y hasta en cuatro ocasiones trató de sacarlo de tablas donde el burel se iba de continuo, la estocada produjo  vómito, e impresionó a algunos que pese a la amenaza de la influenza, ondearon sus pañuelos sin que fueran complacidos, mientras el diestro saludaba en el tercio.
 
Con el tercero que aparte de chico se vino a menos, no hubo respuesta a su labor en los tres tercios, dada la poca presencia del morito, transcurriendo la mayor parte entre protestas, lo despachó de medio espadazo escuchando división de opiniones.
 
Poca correspondencia de su lote tuvo Arturo Macías, y acicateado por los premios a Ortega anunció que regalaría uno, también de poca presencia pero motor suficiente para ser premiado con arrastre lento y aguantar una faena larga de Macías, que le endilgó hasta una veintena de muletazos arrodillado; de pie toreó bien y ajustándose sobre todo en dos capetillinas. Al rematar, se llevó un revolcón sin consecuencias tras el cual dejó estocada delantera y perpendicular; le concedieron las orejas y el rabo que fue protestado.
 
Un castaño que hizo segundo resultó soso, siendo un quite por saltilleras lo más destacado de Arturo con la capa; con la muleta mostró voluntad, aunque no produjo emoción por irse apagándose el animal; saludó en el tercio.
 
Al cuarto, de buenas hechuras, Macías intentó recibirlo a Portagayola teniendo que tirarse a un lado; el acompañamiento con La Pelea de Gallos no ayudó a levantar el interés del trasteo y, como el astado se fue a tablas, ahí concluyó la labor entre desaciertos con los aceros y descontento, escuchando un aviso y división de opiniones.
 
El sexto se escupía de los engaños, no le gustó a Macías que se limitó a cumplir, y después de anunciar el regalo escuchó división de opiniones.
 
Ficha
Primera corrida de feria. Ante dos tercios de entrada, se corrieron siete toros (uno de regalo) terciados de Reyes Huerta, de los que destacó el sexto premiado con vuelta al ruedo y el de regalo, que recibió arrastre lento, los demás sosearon. Pesos 445, 500, 455, 461, 506, 460 y 470 kilos. Rafael Ortega (blanco y oro): Ovación, división de opiniones y dos orejas y rabo. Arturo Macías (lila y oro): Ovación, división de opiniones tras aviso, división de opiniones y dos orejas y rabo en el de regalo. Se tributó un minuto de aplausos en memoria de Manuel Capetillo y Pepe López Hurtado.
 
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