El joven rejoneador potosino Jorge Hernández Gárate, así como José Luis Angelino, se alzaron con un triunfo en la corrida con la que esta ciudad celebró el Aniversario 143 de su fundación; ellos redondearon sus faenas a la hora de la verdad, lástima que al premiarlas hayan sido sobrevaloradas.
Abrió plaza el toro de mayor tonelaje y buen estilo, aunque falto de emotividad, con el que Jorge se desenvolvió bien, siendo su mayor acierto el matar con el primer rejón llevándose un apéndice.
En segundo término enfrentó al de Vaca Hermanos, perdiéndole la cara casi de salida, lo que le costó un susto pues fue cogido con su cabalgadura contra las tablas y a punto estuvo de ser derribado.
Superado el trance tuvo desigual actuación, clavó banderillas largas y cortas, algunas cayeron, quedando arriba las de un par a dos manos; clavó trasero el rejón de muerte al segundo intento y tras concederse una oreja encaró al juez presionándolo para que soltara la segunda.
Muy animoso toda la tarde estuvo José Luis Angelino, que midió el castigo a "Tecoli", tras el cual le instrumentó bonitos mandiles; banderilleó con facilidad y, buscando el triunfo, intentó un pase cambiado en el que fue desarmado.
Luego, su tesón tuvo poca respuesta en el tendido, pero como mató de estocada entera (aunque delantera) vino la petición, una oreja, y la segunda por el mismo truco de encarar al juez.
Antes se topó con un mansurrón que se dolió en varas y terminó en tablas, ahí se estrelló su empeño de conjuntar su labor, como además estuvo errático con los aceros escuchó dos avisos.
Brava pelea con el caballo ofreció el primero de lidia a pie, que correspondió a Jerónimo; entonces vimos a Pedro López aguantar la reunión ante el empuje del toro Buena parte de la faena la pasó Jerónimo intentando ligar sin confiarse plenamente y sin someter al de Tenexac; le anotamos tres sabrosos molinetes ligados, uno de trinchera y toreo por la cara previo a la estocada delantera y tendida; saludó en el tercio.
Se entonó desde el primer tercio con la suave embestida de su segundo, cuajando después series ligadas con temple y dimensión, se animó a instrumentar las dosantinas de moda que le festejaron con fuerza; tenía ya algo más, pero quedó en otra salida al tercio tras un aviso por pinchar.
El corrido en tercer turno para los de a pie y muy blando de remos, correspondió al poblano José Rubén Arroyo, en su primera corrida del año. Su falta de sitio es evidente, pero tuvo destellos como un "apanado" trincherazo de esos que quedan en la retina. Sin embargo por la poca movilidad del astado abrevió para escuchar palmas.
Enrazado fue el que cerró plaza y aunque Arroyo lanceó con poco asentamiento, cuajó una media verónica majestuosa; a partir de ese momento el público lo alentó, y la falta de verle la cara al toro con frecuencia volvió a aflorar, desvaneciéndose toda esperanza. Ahora pinchó y sonó un aviso antes de una estocada honda con la que terminó.
Ficha Corrida de la fundación de Apizaco. Media entrada en tarde soleada que enfrió al final. 7 toros de
Tenexac y uno de
Vaca Hermanos, de buena presencia y juego desigual, destacando el 1o de rejones y el 4o de la lidia a pie. Pesos: 555, 486, 501, 480, 440, 495, 502 y 460 kilos.
Jorge Hernández Gárate: Oreja y dos orejas.
Jerónimo (verde botella y azabache): Ovación en su lote tercio.
José Luis Angelino (lila y oro): Silencio tras dos avisos y dos orejas.
José Rubén Arroyo (blanco y oro): Palmas y silencio tras aviso.Destacó en varas el picador
Pedro López.