Los toreros a hombros, dos toros indultados y el público feliz a la hora de abandonar la plaza, fue la imagen triunfal de una gran corrida de toros que se saldó con el corte de ocho orejas y un rabo, producto de la actuación de Juan Bautista, El Fandi y Juan Francisco Hinojosa, que encontraron en las reses que lidiaron la materia prima adecuada para triunfar.
Con tres cuartos de los tendidos de la plaza ocupados de aficionados, en una tarde de agradable temperatura, se corrieron tres ejemplares de Huagrahuasi y tres de Triana, de excelente presentación e interesante comportamiento, destacaron los corridos en quinto y sexto lugares, cuyas vidas fueron perdonadas.
El matador de toros francés Juan Bautista Jalabert, confirmó su condición de solvente muletero al lidiar con paciencia a su primero un toro de corta duración del que pudo recaudar contadas series de muletazos y cobró una oreja, En el cuarto duplicó el premio tras un trasteo superior en las que aprovechó las embestidas en un toreo de cercanías colofonado con un imponente volapié.
David Fandila "El Fandi" instaló el clamor en el ruedo ambateño en el quinto de la tarde, al punto que en el tercio de banderillas ya se escuchó el grito de torero, torero. Una larga faena de muleta sobre las dos manos en la que aprovechó la bondad de su oponente, desencadenó el indulto y la obtención de los máximos trofeos.
Juan Francisco Hinojosa contó con un lote superior, alcanzó una oreja del primero y las dos simbólicas del gran ejemplar corrido en sexto lugar. Su labor inicial resultó bien hilvanada en especial al torear por el pitón izquierdo; mientras que con el que cerró plaza su quehacer bajó de tono pese a la extraordinaria condición de la res.