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Fandiño abre la puerta grande de Medellín

Sábado, 02 Feb 2013    Medellín, Col.    Paulo Sánchez | Foto: Archivo         
Un nuevo éxito para el español

Se entregó esta tarde a la afición de La Macarena el torero de Orduña, Iván Fandiño, y a cambio tuvo una clamorosa salida a hombros de la plaza. En su dos toros pesó su disposición, su deseo de agradar y su cartel de nueva figura. Las dos orejas llegaron en el cierre de la corrida después de una faena en la que se impuso al toro que se desplazó sin fijeza y con malas ideas.

Al mal andado le faltó clase además, pero Fandiño ligó las primeras series a base de firmeza y brazo largo. Por el pitón izquierdo el toro tuvo mejor ritmo, y la faena mayor calado y mayor calidad. Gustaron mucho sus naturales, y como no. Gustó también su cercanía con el público y con la afición joven.

El sitio que tiene en el ruedo lo debe a su entrega delante del toro, y el sitio que tiene en el corazón de la afición lo debe a su carisma. Al fin y al cabo sitio es sitio, y se está en sitio o fuera de el. Fandiño tiene sitio, así el presidente en mala hora haya confundido el sitio del torero con raza del toro, que no la tuvo, ni tuvo nobleza, ni docilidad siquiera, y por eso la vuelta al ruedo con la que premió al toro, fue unánimemente protestada. 

En el tercero hubo temple a la verónica y un buen puyazo de Rafael Torres que descubrió al manso de La Carolina. Obligó al toro promediando la faena y le arrancó una serie de cuatro derechazos, la más larga de la faena, a un toro venido a menos por un Fandiño esforzado. 

Javier Castaño cortó una oreja del cuarto después de un gesto de valentía y honestidad. Valió el arrimón porque tuvo verdad, no demagogia, y porque era lo que quedaba por hacer ante el toro que se paró después de un comienzo halagüeño en el que humilló y embistió con calidad. Empujó la taleguilla con la pala del pitón y el torero estoico aguantó una barbaridad. La plaza tributó reconocimiento a la faena y pidió de manera unánime la oreja. 

En el primero perdió la oreja con los aceros y el recado presidencial. Desenlace que no hace justicia a lo que Castaño toreó. Digo…, justo hubiera sido matar al toro a la primera y redondear la faena que a media altura alcanzó los mejores momentos, y que como el toro, fue de menos a más. 

Luis Bolívar esta tarde no tuvo fortuna, y la plaza fue dura con él. Al segundo, lo tocó fuerte y el toro ni fu ni fa. Cuando corrió la mano con firmeza, no rompieron ni toro ni faena, y el esfuerzo de Bolívar fue vano. Para colmo de males, la espada cayó baja y hubo pitos del público por partida doble. 

El quinto tampoco tuvo clase y apagó el motor muy rápido. Largo el muleteo, al ritmo del toro, como si las condiciones no las impusiera el torero. Nunca pasó más de dos veces en una serie por la muleta del colombiano. La faena se resume en toro sin clase, y torero sin alma. 

Ficha

Medellín, Col.- Plaza "La Macarena", tercera corrida de la feria. Un cuarto de entrada en tarde lluviosa y bajo techo. Toros de La Carolina, bien presentados, y de juego variado, premiado el 6o. con vuelta al ruedo. Pesos: 461, 472, 493, 484, 474 y 495 kilos. Javier Castaño (frambuesa y oro): Vuelta tras aviso y oreja. Luis Bolívar (blanco y plata): Pitos y silencio. Iván Fandiño (crema y oro): Palmas y dos orejas.  Incidencias: Saludaron por sus pares al primero Jaime Mejía y Wilson Chaparro “El Piña”. Fuerte ovación a El Piña por quite providencial a Alex Benavides en el 4o.


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