El torero mexiquense Fermín Spínola se recupera en el Hospital Murguenza, de Monterrey, de la fuerte cornada en el muslo derecho que sufrió ayer en la Monumental "Lorenzo Garza", una herida de tres trayectorias que afortunademente no lesionó vasos importantes y es considerada de las "limpias".

"La cornada fue muy grande, con tres trayectorias de 18, 16 y 14 centímetros, pero no afectó órganos importantes. Pasé bien la noche, naturalmente con las molestias normales tras una cornada tan grande, pero me voy recuperando de buena manera y estoy bien de ánimo", comentó Fermín.

El percance ocurrió cuando Spínola se tiró a matar a su segundo, un toro al que sentía que podía cortarle una oreja, trofeo que le aseguraba la salida a hombros a lado de Alejandro Talavante y no quería dejar pasar esa oportunidad del triunfo.

"Sabía que tenía que matar a ese toro para poder cortarle una oreja que, sumada a la primera, me diera la salida a hombros. Así que me entregué totalmente y bueno, se dio la cornada, gajes del oficio y así es esto", explicó.

Ésta es la décima cornada en la carrera taurina de Fermín y, si todo va por buen camino, podría ser dado de alta mañana o bien el miércoles, dependiendo del drenaje que le fue colocado.

"Tal vez me den de alta hasta pasado mañana, aunque me gustaría que fuera mañana mismo. Tengo colocado un drenaje y ya dependiendo de la evolución, los médicos dirán. Deberé estar en reposo unos 10 o 15 días, para luego retomar mis entrenamientos y poder reaparecer", sentenció.

Por lo pronto, Spínola pierde la corrida de este domingo en Mérida, Yucatán, donde aparece acartelado a lado de Arturo Macías y Gerardo Adame.