Desde su habitación en el Hospital Country 2000, en Guadalajara, Jalisco, el matador Diego Silveti platica acerca de su recuperación tras la cornada de ayer en el "Nuevo Progreso", así como las sensaciones experimentadas en el mano a mano con Morante de la Puebla.

-¿Qué tal pasaste la noche?

- Bien, y lo importante es que no hubo fiebre y no hay infección. Lo que más me molesta es el esguince en las cervicales, pues la cornada, aunque grande y de tres trayectorias, fue limpia y no lesionó músculos ni venas importantes, afortunadamente.

- Recuerdas el momento del percance...

- Sí, totalmente. El toro tenía calidad pero se había rajado; aprovechando la incercia le ligué tres pases por derecha y me cambié la muleta a la izquierda. En ese momento, el toro protestó y me echó mano, y como estaba en sus terrenos, se ensañó conmigo y me dio una paliza, para luego volverme a levantar y ahí fue donde me pegó la cornada.

-¿Cuándo podrías volver a torear?

- Por supuesto que en mi mente tengo el objetivo de reparecer el domingo 25 en la Plaza México, que es una de las tardes más importantes para mí. Los médicos están optimistas, aunque hay que tener cautela. Yo creo que cuidándome bien, y con una buena rehabilitación de la lesión en cervicales, podré estar en esta corrida que tanta ilusión me genera.

- ¿Cuánto tiempo estarás con el collarín?

- Alrededor de siete días, y ya después vendrá la rehabilitación.

- ¿Cómo viviste el mano a mano con Morante?

- Fue una tarde de mucha expectación y ambientazo, y eso es algo muy bonito. Tanto Morante como yo nos esforzamos para brindarle lo mejor al público, aunque quizá los toros no dieron las facilidades que ambos esperábamos. Hubo momentos muy buenos, variedad en los quites, en fin, la tarde fue emotiva.

- ¿Y que significó para ti alternar con una figura de esa talla?

- Fue algo especial, de entrada porque nunca había alternadocon él. Además, soy aficionado antes que todo y morantista, así que fue un verdadero placer compartir cartel con él y disfrutar también de su toreo, y el sentir el cariño y la admiración del público hacia él.

- Resulta inevitable preguntarte sobre su papá, el maestro David, hoy en su aniversario...

- Sí, hoy cumple nueve años de fallecido y estoy seguro que él se encuentra en la gloria de Dios. Y por supuesto que en estos momentos lo siento de manera especial muy cerca de mí, siempre lo recuerdo con mucho cariño y trato de seguir su ejemplo.

- La afición ha estado al pendiente de tu recuperación, ¿qué le dices al público?

- Agradecerles por el apoyo y todo el cariño que me han demostrado, así como por la preocupación que me han manifestado ante este percance. Decirles que me encuentro bien y estoy animado de cara al futuro, con la mirada puesta en la corrida del domingo 25 en la Plaza México.