Con un minuto de silencio en memoria de la señora María Elvia Amaya de Hank, madre del matador Alejandro Amaya, se dio inició a la quinta corrida de la temporada en la Plaza Monumental de Playas de Tijuana, dentro de la cual tocaron pelo Zotoluco y Mario Aguilar, al cortar dos orejas por coleta.

El torero de Aguascalientes, Mario Aguilar, se presentó con un triunfo ante la afición local. Aguilar le cortó las dos orejas al toro que cerró plaza, al que toreó bien de capa y muy superior con la muleta. Hay que destacar que se enfrentó a un toro que le costaba embestir, por lo que el torero  pisó los terrenos del toro y de la emoción convirtiéndose él en el verdadero gladiador.

Mario dio el paso que pocos dan y logró meter en la faena al toro y al tendido, que incluso se emocionó y emitió el grito de ¡torero torero! Mató de una estocada y un descabello, lo que le valió para que la autoridad le concediera las orejas, que paseó en son de triunfo.

Con su primero, "el niño de oro" lanceó hermosas verónicas, pero el toro se fue en varas crudo y todo quedó en detalles que le valieron una salida al tercio.

Zotoluco nuevamente dio muestras de su gran maestría y el gran momento que desde hace varios años esta pasando. Eulalio le cortó una oreja a su primero, con el que tuvo una gran actuación al torear con la muleta; el toro empezó la faena regateando las embestidas y paso a paso el torero lo fue metiendo en la muleta, fue una faena de paciencia y conocimientos técnicos hasta que logró que el de la vacada de Carranco se le entregara por ambos pitones. Mató de una entera en buen sitio, que le valió una oreja.

Con el corrido en cuarto lugar, Lalo volvió a dar muestras del conocimiento que tiene para entender a los toros; toreó con suavidad y tersura a un ejamplar al que le pesaron los kilos y que le costó embestir, pero tuvo un  torero enfrente que le pisó los terrenos y que le logró sacar algunos muletazos de calidad. Mató de una media en buen sitio que le valió la petición de una oreja que le fue concedida.

El potosino Fermín Rivera dejó ver buenas maneras con ambos toros, a los que les dio los muletazos que tenían dentro pero, para su desgracia en el sorteo, quedó muy distante la calidad.