Una auténtica gesta fue lo que consiguió Ricardo Frausto en Guadalajara, pues el hidrócálido sigue tumbando caña y cortó tres orejas la tarde de este domingo, lo que valió para conquistar una nueva salida en volandas en medio del reconocimiento de toda la afición tapatía.
La gesta es un conjunto de hazañas, de vencer los obstáculos y salir airoso, alcanzando la meta perseguida. Es el caso del novillero de Aguascalientes Ricardo Frausto, que ha logrado, tres triunfos ligados en la plaza de toros “Nuevo Progreso” ante la exigente afición tapatía, con el corte de siete orejas en tres tardes y la salida en volandas por la puerta grande, lo que le permite meterse de lleno en las efemérides de esta plaza, y sobretodo la conquista del corazón de la afición.
Carácter, determinación, valor inteligente, con ritmo de compás y torería, es lo que demostró durante toda la tarde, ante dos astados de Autrique, que le pidieron los papeles en los que salió a flote su enorme ambición por lograr un lugar destacado en la baraja taurina nacional.
Con su primero, de Autrique, un quite por chicuelinas y tafalleras, en un palmo de terreno que le ovacionaron con fuerza, en base a la firmeza, lo sometió y dejándole la muleta en la cara, le saco el fondo bueno del pitón derecho y le cuajó una faena de menos a más, con trazo y dimensión, con tres tandas de gran calidad, lo termino de una estocada desprendida, tuvo petición de oreja no concedida por la autoridad y recibió las ovaciones en la vuelta al ruedo.
Con su segundo, también de Autrique, que originalmente correspondía al regiomontano Alberto Valente que recibió una cornada grande al recibir al novillo con largas de rodillas, Frausto superó el trance de tan impactante percance y se entrego con alma y vida para realizar una faena de riñones y de muleta mandona al peligroso novillo que se quedaba corto y tenia peligro manifiesto por ambos lados.
Ricardo no perdió el color y lo fue sometiendo con un aguante pasmoso cerca de los pitones tanto que recibió una voltereta de pronóstico reservado y lo fue cuajando, sobándolo hasta que lo metió en el engaño de su roja muleta y toreo con temple y drama, realizando la dosantina y en un momento hasta el circurret., se fue tras del acero con determinación y dejó una estocada tendida de efectos rápidos y entre los gritos de ¡torero torero! se le concedieron las dos orejas. En un gesto noble que habla de su calidad humana, de inmediato se dirigió a la enfermería para darle las dos orejas al compañero herido.
Con el de Real de Saltillo que cerró plaza, al cambiar el turno, que fue débil pero con fondo bueno, se recreo en su imaginación torera, dejando ver que su techo es alto, para caminar en tan difícil profesión. Naturales y derechazos de aguante y lentitud por las condiciones del novillo, en un momento sorprendió a todos al instrumentar el imposible, en el que los pitones le pasaron muy cerca provocando gran emoción en el tendido.
Con el capote brindó clase y torería con las tafalleras, luego un quite con el ojalá y picado con Ribeiro, que instrumento gaoneras, le dio la réplica ante el contento general, remató la faena con bernardinas escalofriantes; una estocada habilidosa en buen sitio para conquistar otra oreja y salir en hombros por la puerta grande.
Me quito el sombrero por lo valiente de Alberto Valente, arrolladora entrega con el carisma que le caracteriza, su primero peligroso, con genio, con la cabeza arriba y sabiendo lo que dejaba atrás, con el lado izquierdo imposible, lo aguanto por el derecho y logró pases de mucho merito y largueza, que le fueron coreados; lamentablemente por las condiciones del novillo no redondeo la faena, estocada desprendida, merecía la salida al tercio pero la gente desde arriba percibió al toro más fácil de lo que realmente fue, por lo que recibió discretas palmas.
A por todas salió con su segundo colocándose en los medios para recibirlo con largas de rodillas, desde la segunda que aguanto estoico, el novillo le aviso que venia por él, la verdad es que se le devolvió en las manos y lo prendió de fea manera, lo cogió en la arena y lo meció entre los pitones para lanzarlo por los aires a gran altura cayendo de fea manera.
Se temía lo peor, además de la cornada, alguna lesión en las cervicales, por fortuna esto no sucedió, pero se llevó una cornada grande en el muslo izquierdo con por lo menos un par de trayectorias, se lo llevaron las asistencias a la enfermería y Frausto como segundo espada lo lidio, logrando el triunfo que ya relatamos.Un poco de calma le hubiera ayudado mucho, pero el deseo grande de triunfo y su total entrega, propiciaron el percance.
Joaquim Riberiro de la tierra del vino verde, Portugal, tiene buenas maneras, se exige así mismo el ejecutar el toreo bueno, que por momentos nos mostró, con temple y sabor, lamentablemente tiene muy pocas novilladas metidas en el cuerpo, le faltó mandar con la muleta y someter, tiene valor y serenidad, cuestión de que regrese más toreado, lo que si, fatal con la espada.