Mario Aguilar y Oliver Godoy cortaron sendas orejas en la última corrida de la temporada de la plaza "Nuevo Progreso" de Guadalajara celebrada la tarde de hoy, y en la que Gerardo Adame solamente fue ovacionado, tras lidiar a los toros de La Punta que le tocaron en suerte.

La tarde se vivió cuesta arriba dadas las condiciones que presentaron los astados de la mítica casa ganadera de La Punta, hoy propiedad de los entusiastas y buenos aficionados Pepe y Pedro Vaca, quienes con cariño dedicación y esfuerzo han rescatado a la divisa y luchan por colocarla en los primero planos.

Ya se sabe que la complicada alquimia genética en la formación de las ganaderías juega un papel fundamental y encontrar la línea exacta que proyecte calidad es cosa difícil.

El cuarto de la tarde, que le correspondió al hidrocálido Mario Aguilar, sobresalió en el encierro por su bravura y gran clase en la embestida, mientras que sus hermanos fueron sosos, deslucidos y débiles, estando los espadas por encima de sus condiciones.

Con su primero, Aguilar tuvo momentos brillantes sin poder redondear lamentablemente se le fue la mano y dejo un espadazo bajo y delantero lo que le protesto la gente.

Con su segundo, ahora sí el público de Guadalajara que hizo menos de media entrada pudo sentir y ver el toreo bueno de Aguilar, con expresiones de desgarro y sentimiento que calaron hondo, especialmente los naturales que se sucedieron en series muy bien rematadas con forzados de pecho y estéticos cambios de mano así como el desdén con peculiar acento. Por el lado derecho también se vio la clase del torero y aunque el toro tenia movilidad no metía los pitones con tanta calidad como por el lado izquierdo.

El toro, armonioso y alegre en su embestida, permitió una faena con profundidad y mucha clase en el marco del mágico temple que atesora Aguilar, se fue tras del acero y dejó una estocada defectuosa pero la faena tuvo tanto sentimiento y calidad que la gente exigió la oreja que le fue otorgada.

Los toros que le correspondieron a Oliver Godoy fueron débiles y sosos quedándose casi parados sin terminar el recorrido en los cites. Godoy estuvo aseado, tesonero y con cabeza clara, todo lo que logró en momentos de calidad fue gracias al valor sereno a su entrega y aguante lo que le valió para que la gente le aplaudiera con fuerza; en su primero pinchazo y estocada más cuatro intentos de descabello por lo que le tocaron un aviso.

Con su segundo, casi en las mismas condiciones se entrego con determinación y arrojo buscando el triunfo lo pasaporto de pinchazo y estocada para salir al tercio y recibir una ovación.

No se quedo con la espina clavada y regalo un sobrero de la ganadería de De Santiago, que tuvo calidad y, con la gran clase que tiene el tapatío, le recetó naturales cumbres con suave temple y largo trazo, cambiados por la espalda y la dosantina. Se fue tras del acero para dejar media estocada fulminante, por lo que se le otorgo una oreja. Cabe señalar que ahora le vimos asentado, con mucha torería y conectado con el público, gustándose mucho lo que le permitió transmitir.

Gerardo Adame sigue mostrando su gran carisma así como su gran proyección de la mano del temple en sus dos toros tuvo momentos muy interesantes sin redondear por la debilidad y sosería de sus enemigos.