El público teziuteco que abarrotó la plaza "El Pinal", salió complacido después de ver la actuación de Pablo Hermoso de Mendoza, que sumó otro rabo y fue paseado a hombros, cuando está por finalizar su temporada en ruedos aztecas.
 
No podía esperarse menos, y esta tarde Pablo eslabonó otro triunfo que empezó a fraguar en su primero, al clavar dos rejones bien colocados; el toro desarrolló sentido y lo mismo esperaba al jinete, que se arrancaba intempestivamente, así había que llegarle mucho y las suertes carecieron de precisión, quedando una banderilla muy delantera que el mismo jinete arrancó.
 
No importó mucho la colocación trasera del rejón mortal, para que le concedieran dos orejas, pero gran parte del público protestó y al dejarla todos estuvieron contentos.
 
Lo mejor vino en el quinto, un buen toro de la divisa rojinegra premiado con arrastre lento. Lo pasó con un solo rejón de castigo, y la respuesta fuerte vino al cambiar el viaje de la res para clavarle banderillas, siempre en el plan de dar espectáculo, hizo hasta tres intentos para el par a dos manos que quedó desigual pero seguido del teléfono hizo estallar la ovación. El rejón de muerte volvió a quedar trasero, sin embargo entre el estusiasmo desbordado le otorgaron las orejas y el rabo.
 
El toro de más cuajo abrió plaza y correspondió a El Cuate Espinoza; lo lanceó sobre piernas pues se revolvía pronto, llegó con poca fuerza a la muleta conservando fijeza y buen estilo, lo que aprovechó Enrique para componer un trasteo que tuvo aceptación, pero no el colofón con la espada, se retiró en silencio.
 
Tuvo buen planteamiento con el cuarto, metiéndolo en el engaño y al público en la faena, llevándose aplausos constantes, tenía ganado un apéndice, no obstante falló otra vez con el acero, sonó un aviso seguido de palmas.
 
Jerónimo se llevó, en primer término, un toro complicado que no le dejó fijar los pies en los lances, y puso en apuros a la cuadrilla. Le peleó con la muleta y estuvo decidido aunque no certero con el estoque, escuchando un aviso y división de opiniones.
 
Su toreó de capa lució con el sexto, tanto en el recibimiento como en el quite por  navarras. Lo llevó largo desde el principio y pudo cuajar series derechistas que calaron, deseoso de mayor respuesta se ajustó en manoletinas y nuevos fallos con la espada, dejaron de lado toda posibilidad de triunfo, ahora lo despidieron con palmas.