Emotiva y accidentada corrida de rejones (fotos)
Domingo, 01 Ene 2012
Mérida, Yuc.
Juan Antonio de Labra | Enviado
Emiliano Gamero vivió una tarde de luz y sombra
La tradicional corrida de rejones en la Monumental Mérida vivió pasajes de mucha vibración, y otros de peligro, y aunque la cuarteta de caballistas no consiguió tocar pelo debido a su falta de contundencia con el rejón de muerte, el público, que hizo una buena entrada, disfrutó el espectáculo ofrecido.
Ya de entrada, el festejo tenía su intríngulis con eso de que en Motul, a la misma hora, había otra corrida de rejones con la presencia de Diego Ventura como base del cartel, y desde días ante la guerra se había desatado.
Ojalá que este nuevo antecedente de un hecho similar a otros que se han suscitado, sirva para que la Asociación de Empresarios Taurinos de México se sienten a acordar cómo y cuándo podrán darse dos festejos en plazas cercanas en idéntica fecha y horario, y no se afecte, por ende, el interés del aficionado que es el primer perjudicado. Al público hay que considerarlo en todo momento.
Cuando se pensaba que la entrada sería ruinosa, la Monumental Mérida registró casi tres cuartos de entrada, lo que representa un logro si se considera que la competencia no era sencilla. Y salvo los huecos en las barreras de sombra y sol, la plaza tuvo mucho ambiente.
Hay que decir que aquí, en eso de la presentación de los toros, no se andan con cuentos, y que la corrida de José Julián Llaguno valía para cualquier coso de primera categoría. Por su trapío y edad, el encierro impuso respeto y la emoción que brinda el toro con este cuajo resulta muy interesante.
De los seis toros, hubo dos puros de Jandilla, que fueron los mejores de la tarde, así que los rejoneadores como Pablo Hermoso o el propio Ventura, debieran considerar también a este importante hierro como un proveedor de ejemplares para sus temporadas, sobre todo los toros que lucen la "j" en la palomilla izquierda, cuando proceden de la importación que don Pepe hizo en 1997 de vacas y sementales de la famosa divisa andaluza de Borja Domecq.
De la actuación de los cuatro caballistas podemos apuntarle una vibrante actuación a Emiliano Gamero con el cuarto toro de la tarde, que fue complicado por los fuertes arreones que pegaba. Dueño de la escena, pero quizá no de la doma, el torero capitalino brindó un espectáculo que impactó a los aficionados yucatecos, que a leguas se nota que viven la Fiesta con una gran pasión.
Gamero arriesgó hasta lo indecible, a veces de manera un tanto arrebatada y perdiendo la cabeza, sin dar demasiado relieve a los terrenos en que debía colocarse para clavar banderillas, algo fundamental en el toreo a caballo porque en este negocio, los percances suelen convertirse en lesiones graves.
Al margen de estas deficiencias técnicas, es preciso comentar la maravillosa conexión que tuvo con el público, al que cautivó con su indomable entrega. Y gitano como se considera, se dejó vivo al toro al no poder darle muerte a pie ni a caballo. A pesar de ello, la gente le tributó una cálida ovación en el tercio después de este negativo incidente que habla de su falta de recursos.
Gastón Santos hizo una primera faena aseada delante del segundo toro, que tuvo buen tranco y ritmo en sus embestidas, además de que ofreció una lidia sumamente definida desde que apareció por toriles. El rejoneador potosino lo toreó aseadamente en distintos terrenos, con un estilo clásico y ortodoxo, por momentos carente de más enjundia si se toma en cuenta la gran condición del toro.
En colleras se entonó y su toreo contrastó con el arrebato de Gamero, con otro toro hondo y serio, también puro de encaste Domecq, que fue bueno. Y así, en buena compenetración, los dos jinetes sacaron provecho al joséjulián en una faena de menos a más en la que brilló un par a dos manos por parte de Santos y un inverosímil péndulo de Gamero carca de tablas. Lo malo fue que no pudieron rematar la faena debidamente con el rejón de muerte.
Jorge Hernández Gárate estuvo bien con el toro que abrió plaza, no obstante que fue un tanto reservón en sus embestidas. Y en el de colleras estuvo preciso al clavar rejones de castigo y resolutivo con las banderillas, mientras que José Ignacio Corral pudo mostrarse un poco más luego de haber lidiado en solitario un ejemplar deslucido con el que no terminó de centrarse.
Mención especial merecen los Forcados Teziutecos por su valor y buen oficio, además de que no tuvieron reparos en pegar tres toros al no presentarse el grupo de Forcados Yucatecos, del que dos elementos se integraron con sus compañeros poblanos y salieron a pegar al cuarto toro, que no era nada fácil. Las pegas que hicieron Agustín Medina, Ricardo Aguilar y Esteban Sosa, fueron para quitarse el sombrero, a la vez que el merítense Agustín Medina sacó la casta por los de casa y a pesar de llevar una paliza de órdago, se levantó sin mirarse la ropa a consumar una segunda pega.
Faltó que se cortaran orejas, es verdad; sin embargo, el público que acudió a la plaza salió contento y emocionado porque hoy, como muchas veces en esta plaza, se pudo constatar que cuando el toro salta a la arena, el espectáculo cobra otra dimensión.
Ficha Mérida, Yuc.- Tercera corrida de la temporada. Tres cuartos de entrada en tarde agradable. Toros de
José Julián Llaguno, de impecable presentación, varios con hechuras para embestir, y de juego desigual, de los que sobresalieron 2o. y 6o. por su buen estilo. Pesos: 510, 520, 486, 512, 538 y 501 kilos.
Jorge Hernández Gárate: Vuelta.
Gastón Santos: Vuelta.
José Ignacio Corral: Silencio.
Emiliano Gamero: Ovación tras tres avisos. Por colleras,
Hernández Gárate-Corral: Palmas.
Santos-Gameros: Vuelta. Los
Forcados de Teziutlán pegaron tres toros de manera formidable. El grupo de
Forcados Yucatecos no se presentó, salvo dos elementos, que se integraron el grupo poblano, que pegaron al cuarto toro al segundo intento. Dieron vuelta al ruedo con los matadores, los forcados
Mario Calderón, Ricardo Aguilar y
Esteban Sosa. Gamero sufrió una lesión en una pierna y fue trasladado al hospital para ser revisado. Destacó en la brega
Cristhian Sánchez. El puntillero
Erasmo Fernández fue multado por apuntillar al toro devuelto tras los tres avisos.
Beto Preciado sufrió un golpe en el pómulo izquierdo, y
Alfredo Ibarra una espeluznante voltereta. El caballo "Valladolid" de
Hernández Gárate sufrió dos cornadas.
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