Christian Ortega fue el gran triunfador de la corrida gratuita celebrada esta tarde en Cadereyta, Nuevo León, pues indultó al segundo ejemplar de su lote, mientras que Pepe Mayor tomó la alternativa, de manos de Alberto Huerta, y fue ovacionado.
Lo cierto es que a Cadereyta ya le hacían falta los toros. Bueno, Cadereyta es cuna de muchos toreros y sin la Fiesta era dificil concebir este pintoresco y trabajador municipio cercano al área metropolitana de Monterrey.
Y hoy hubo toros. Y mire usted, muy al estilo de como se estila en España: con el apoyo economico de la Alcaldía y algunos patrocindores, esto con el fin de festejar con bombo y platillo los 374 años de la fundación del municipio, cuna de las escobas.
Pero a la tan esperada Fiesta le mancha el hecho de que un torero español, llamado Pepe Mayor, un ilustre desconocido para los mexicanos, haya decidido aprovechar la oportunidad y tomar la alternativa en esta corrida, sin siquiera haber cumplido con una serie de festejos menores.
Fue por ello que desde hace unos días, el matador Antonio Urrutia, de la Asociación Mexicana Nacional de Matadores, haya decidido negar su autorización, pero no así la agrupación de matadores que dirige su contraparte, Manolo Mejía.
La corrida se dio y Pepe Mayor tomó la alternativa de manos de un Alberto Huerta pasado de peso y con el testimonio de Christian Ortega, un torero que también se presentaba ante la afición.
Impecable el juego que dieron los toros de La Playa en el caballo, donde los cinco primeros provocaron tumbos a los piqueros.
Con el de la alternativa, Mayor, que brindó a su amigo Xavier Ocampo, tuvo destellos de saber hacer las cosas sin andar corriendo o verse atropellado. Vaya que la edad no le ayuda; 47 años encima pesan, pero aun así el toricantano no estuvo mal. Mató al tercer viaje y saludó en el tercio.
Con el segundo de su lote no logró acomodarse y desaprovechó un buen toro, que casi no se vio y al que despachó al segundo intento.
Alberto Huerta sí que nos ha dejado sorprendidos. Primero, por no mantener una dieta adecuada para un artista del toreo, y segundo, porque quizá la falta de continuidad lo hizo verse discreto y pasar casi de puntillas ante su primero.
El diestro mejoró en su quehacer con el cuarto de la tarde logrando calentar el cotarro, lleno en sombra y casilleno en el tendido cálido.
Fue sin embargo Christian Ortega quien se vio mas despierto que sus alternates. Bullidor desde el principio se hizo aplaudir al lancear con la capichuela. Adormó el morrillo con tres estupendos pares y cuando iniciaba labor de muleta de hinojos en los medios con un molinete, fue arrollado de fea manera.
Eso sirvió para que tanto público como torero se prendieran y puedo hilvanar una faena por ambos lados que coronó con la espada para cortar la oreja.
El segundo de su lote, quinto en la lidia normal, fue un toro dechado de bravura, codicia y nobleza que le permitió lucirse en los tres tercios. "Municipio", que así se llamó e toro, con 488 kilos, fue indultado y al final torero, alcalde y el ganadero Luis Quijano y sus hijos, dieron triunfal vuelta al ruedo.
La Fiesta volvió a Cadereyta, ojalá que en los próximos meses la inseguridad haga una tregua y permita que tan arraigada pasión se pueda desarrollar en esta ciudad sin problemas.