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Diego Silveti se saca la espina en Madrid (video)

Domingo, 24 Jul 2011    Madrid, España    Juan Antonio de Labra | Foto: Emilio Méndez           
El mexicano dio la única vuelta al ruedo de hoy en Las Ventas

La despedida como novillero de Diego Silveti en Madrid tuvo matices muy interesantes, y el torero de dinastía se reivindicó tras su paso por la Feria de San Isidro, donde enfrentó un lote infumable de El Ventorillo y había sudado la ropa para estar a la altura de las circunstancias, sobre todo por la presión que aquella tarde significaba en su carrera.

De tal forma que en esta nueva oportunidad en la plaza de Las Ventas, donde su abuelo gozó de un gran cartel, el hijo del Rey David se sacó la espina con una actuación entonada, en la que dejó constancia de su personalidad ante el mejor ejemplar de Guadalest, corrido en segundo lugar.

Desde que se abrió de capote se notó que venía mentalizado, sabedor de que debía dejar constancia de entrega y oficio, y así fue como consiguió entusiasmar al público en una faena estructurada, en la que dio muletazos de buen temple, gustándose y poniendo chispa a su toreo.

Hacia el final de la faena cuajó unas riesgosas bernadinas que calaron en el tendido, pero un pinchazo previo a la estocada le arrebató la oreja que pidió el público; ya se sabe que aquí, en Madrid, resulta complicado cortar trofeos inclusive matando a veces al primer viaje. No obstante, la gente lo llamó a dar una vuelta al ruedo que disfrutó mucho.

El quinto novillo del festejo (porque se había corrido el turno al ser devuelto el segundo del hierro titular) fue un sobrero de la ganadería de Constancia, una divisa propiedad del matador retirado Miguel Rodríguez que tenía varios meses en los corrales. Y salió como tenía que salir: pegando arreones y manseando.

Así que Diego, inteligentemente, le dio los terrenos de las tablas para robarle pases con mucha enjundia, en medio del entusiasmo de la concurrencia, entre la que se encontraban dos matadores mexicanos: Rodolfo Rodríguez "El Pana" y Joselito Adame en un tendido alto del 2.

Lo malo fue que se dejó la mano atrás a la hora de matar y no consiguió la estocada que hubiese redondeado su última tarde en las filas novilleriles. Diego pinchó en un par de ocasiones antes de atinar a dar muerte a su oponente y se retiró entre algunas palmas.

Ahora habrá que esperar que llegue la tarde de su alternativa, programada el viernes 12 de agosto en Gijón, donde José Tomás, en presencia de Alejandro Talavante, le cederá la muerte de un toro de Salvador Domecq. Y a partir de entonces, comenzará a escribir su historia en el escalafón mayor después de haber cumplido con una trayectoria novilleril de un excelente nivel, en la que pisó muchas plazas de primera categoría.

La faena más profunda la hizo Cristian Escribano al cuarto novillo, un ejemplar exigente, que embestía con la cara alta y se ceñía. El madrileño le plantó cara con mucho arrojo y seriedad, pasándose los pintones cerca de la taleguilla, y poniéndole mucho empaque a todo cuanto realizó.

Brilló su toreo con la mano derecha, por reunido y templado, dando tiempo y pausa a los muletazos que tuvieron cadencia. Cuando parecía que podía cortar una valiosa oreja, también pinchó. En su faena al novillo que abrió plaza, un utrero deslucido con el que no tuvo demasiada opción de lucimiento y abrevió.

El más nuevo del cartel, Mario Alcalde, alumno del peculiar Carlos Escolar "Frascuelo", tiende a componer mucho la figura, y dejó entrever una técnica incipiente, aunque dotada de una gran facilidad para conectar con el público.

En sus dos novillos se esforzó y, aunque toreó a prudente distancia, dio algunos muletazos con un estilo muy propio, al que todavía le falta pulir diversos aspectos.

Ficha

Madrid, España.- Cuarto festejo del certamen de novilleros. Plaza de Las Ventas. Media entrada en tarde calurosa, con algunas ráfagas de viento. Cuatro novillos de Guadalest y dos de La Constancia (5o. y 6o.); igualados los primeros, y corraleados los segundos; de juego desigual, de los que destacó el 2o. por su buen estilo, y el 3o. por su nobleza. Pesos: 493, 507, 502, 530, 522 y 522 kilos. Cristian Escribano (verde olivo y oro): Palmas y ovación. Diego Silveti (verde esmeralda y oro): Vuelta tras petición y palmas tras aviso. Mario Alcalde (acero y oro): Silencio tras aviso y ovación tras leve petición con aviso. Destacó en la brega Santi Acevedo.


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