Pablo Hermoso obró el milagro esta tarde de hacer el primer lleno de la década en la plaza monumental "Vicente Segura" de Pachuca, incluyendo reventa y sobrecupo, luego de que él mismo la llenara por última vez en el lejano octubre de 2004 (porque ni hace justamente dos años), eso sí, de un público muy festivo que aplaudió todo y pedía las orejas hasta porque volara una mosca.
Las seis orejas que se cortaron hoy no reflejan en realidad lo que realmente ha pasado esta tarde, soleada y con ambiente, porque los toros han permitido poco y por tanto, el lucimiento que alcanzaron los toreros fue de corto alcance pese al esfuerzo, compensándolo con otras cosas.
Y también, por si fuera poco, el empresario se quejó de la COMAT (Comisión Municipal de Asuntos Taurinos) porque el resultado no fue el deseado, es decir, ¿el económico? ¿Con ese lleno no ganó dinero? O el artístico, que creo eso ya no le atañe. Se quejaron con la presidente municipal porque lo que pedía parece que es no querer darle categoría a una plaza devaluada, sino que se hiciera "su Fiesta".
El novillero hidalguense Manolo Roldán lidió, antes de que la terna hiciera el paseíllo, un novillo de Montecristo, un cárdeno delantero, al que ha veroniqueado con buen gusto y que con la muleta le ha cuajado muletazos de buen trazo, viniendo a menos la res, quedándose corta en su embestida y saliendo con la cara arriba, que casi al epilogar su labor al ejecutar una serie de manoletinas, resultó maromeado de manera espectacular en apariencia, sin consecuencias. Lo mató al tercer viaje y salió con fuerza al tercio.
Una vez realizado el paseíllo, Pablo Hermoso enfrentó a un astado de buena condición al que dejó dos rejones de castigo que acusó la res, luego de rodarse bien con el animal, para con las banderillas trazar impecables pitones contrarios y otras de frente, rematadas con galopes a dos pistas que entusiasmaron. Luego de la actuación de los forcados clavó a la media vuelta tres banderillas cortas muy celebradas. Falló con el acero y fue aplaudido al irse a la barrera.
A su segundo, que lo lidió por fuera, dejó dos rejones que resultaron criminales pues le hicieron una sangría que dejaron muy mermado al astado. Ejecutó banderillas a pitón contrario, otras de frente rematadas con piruetas que emocionaron, y alguna más completando la escena de un toro cansino, con galopes a dos pistas.
Ya muy venido a menos el astado, dejó tres banderillas cortas y un par a dos manos en el que preparó mucho la suerte, para dejar el rejón mortal de manera certera que le causó un derrame y de la que el toro se negaba a doblar. Cortó dos orejas, la segunda muy generosa.
Rafael Ortega estuvo voluntarioso en todo momento, desde que saludó al primer toro de su lote con un farol de rodillas en tablas, de llevarlo por chicuelinas al paso al caballo y luego embarullarse en el quite por navarras, exponiendo en banderillas, pero logrando poco con la muleta pues el toro tuvo escasísimo contenido. Eso sí, mató de estocada antológica que le mereció una oreja, y no la segunda que un público desorientado pidió con fuerza.
A su segundo lo bregó de salida por la escasa fuerza que manifestó. Al dejar un par de cortas al quiebro fue prendido de manera espectacular que se pensó lo peor, ganándose el favor del público. De muleta inició su trasteo de rodillas pero todo quedó ahí porque la res no tuvo más. Lo mató de estocada caída delantera, y por no haber hecho más se pidieron incomprensiblemente dos orejas que se otorgaron.
El torero de casa, Pablo Samperio, le echó voluntad en la lidia de su primero. Lo saludó con una larga de rodillas en tablas y verónicas templadas, quieto y con gusto. Lo llevó con chicuelinas al paso al picador donde recibió apenas un refilonazo por la escasa fuerza, y con el que de muleta hubo algunos ayudados estimables, y otros naturales de buen gusto, pero dada la escasa fortaleza de la res, abrevió dejando una estocada contraria. Hubo pitos en el arrastre al animal.
El segundo de su lote fue el único bueno, y muy bueno, del encierro. Lo saludó con faroles en los medios pero luego le faltó aguantarlo quizá en las verónicas. Quitó por chicuelinas y comenzó su labor de muleta de hinojos. Hubo tandas por ambos lados con un astado que de salida fue avanto y luego se entregó, fue a más y tuvo motor y movilidad. Le cuajó ayudados de importancia que le corearon. También hubo naturales y manoletinas, que cuando dejó una estocada apenas contraria dio quizá la impresión de que se había quedado la res con algún par de tandas adentro.
Pachuca, Hgo.- Plaza "Vicente Segura". Lleno de "Agotado el boletaje" en tarde agradable. Dos toros de Bernaldo de Quirós para rejones, uno chico y el otro bien presentado, de los que el mejor fue el 4o., tres de Montecristo, chicos y descastados, y uno de Cieneguilla, lidiado en último lugar, fue bravo. Pesos: 470, 455, 460, 480, 470 y 465 kilos. Pablo Hermoso de Mendoza: Palmas y dos orejas. Rafael Ortega (grana y oro): Oreja y dos orejas. Pablo Samperio (azul celeste y oro): Palmas y oreja con algunas protestas. El novillero Manolo Roldán mató un novillo de Montecristo vestido de corto antes de que comenzara al festejo. Al finalizar el paseíllo le fueron entregados reconocimientos al periodista del diario Sol de Hidalgo, Héctor Zárate Durón, por sus 33 años como comunicador taurino. Al director de la Banda Sinfónica del Estado, por sus 110 años, y al matador Pablo Samperio, por parte de la Asociación Nacional de Forcados Mexicanos, que presiden Gerardo del Villar y Javier Jiménez. El grupo de Forcados Hidalguenses lograron una pega limpia al primer intento, en el primer toro de rejones, con Eduardo del Villar a la cara.