Magnífico debut de Juan Pablo en Madrid (video)
Cortó una oreja y dio una vuelta, además de mostrar una gran proyección
A base de valor y claridad de ideas, Juan Pablo Sánchez corta una oreja en Las Ventas de Madrid, después de realizar una faena importante, por su solidez y concepto, en la que demostró que su debut en Las Ventas ha sido plenamente justificado, y que está preparado para tomar la alternativa en el mes de septiembre.
Este triunfo posiciona al hijo de Ricardo Sánchez para poder entrar a la final de este certamen de novilladas, programado para el domingo 8 de agosto.
Desde el capote, el ejemplar de El Montecillo que abrió plaza acusó falta de casta, y apenas y lo pudo torear desahogadamente en el tercio de varas, donde derribó al caballo después de dar una pelea de bravucón en el peto.
Cuando parecía que la tarde iba a comenzar cuesta arriba para el mexicano, éste sacó la casta y comenzó doblándose con gran autoridad, y fue así, mediante un toreo seguro y de trazo largo, en el que repuso el terreno girando armoniosamente sobre los talones, como consiguió imponer su voluntad en series cortas pero intensas por el pitón derecho.
Y aunque no lo probó por el pitón izquierdo, quizá porque desde un principio cortaba el viaje, y además seguía soplando el viento, Juan Pablo remató la faena toreando con temple y largueza, siempre en un palmo de terreno.
A la hora de entrar a matar colocó una estocada entera, de buena ejecución, en la que el novillo echó la cara arriba. Y en escasos segundos, este ejemplar, de nombre "Puntero", número 84, con 445 kilos, rodó patas arriba para que la gente le pidiera la oreja al hidrocálido. Ha sido una oreja de peso, bien concedida, que lo llena de moral de cara al siguiente turno.
El cuarto novillo, similar de hechuras al primero, no tenía ritmo para embestir, pero si un punto de nobleza y una faena escondida que el mexicano desentrañó a cada palmo, otra vez toreando con mucha seguridad, en una nueva demostración de valor e inteligencia.
Sobresalió toreando por el pitón derecho, ya cuando el ejemplar de El Montecillo se había desfondado por completo, y hasta se dio el lujo de darle un pase cambiado por la espada que fue muy celebrado por el público.
El tiempo, la pausa y los toques muy a tiempo, sirvieron para aprovechar las condiciones de un novillo que por momentos lo hizo ver mejor de lo que era. A la hora de entrar a matar dejó el brazo un poco atrás, y señaló media estocada en lo alto, que hizo mella en el novillo que tardó un poco en doblar. Sin embargo, hubo una petición de oreja que no fue concedida y la gente lo llamó a dar una aclamada vuelta al ruedo.
El francés Patrick Oliver estuvo esforzado delante del deslucido segundo, un novillo complicado por su falta de casta que desarrolló cierto sentido en la muleta. El comienzo de faena, mediante un péndulo, fue un bosquejo de disposición que se fue diluyendo a la par que el de El Montecillo se desentendía de la muleta. Mató de una estocada habilidosa, pero caída, y se retiró al callejón en medio de silencio.
En el quinto realizó las cosas con serenidad, y dejó varios detalles buenos con la muleta en la zurda, ante un novillo descastado que presentó complicaciones. No estuvo fino con la espada y mató al tercer viaje.
El sevillano Antonio Espaliú también estuvo esforzado toda la tarde, y al primer novillo de su lote le hizo una faena breve, debido a la falta de casta del ejemplar más armonioso del encierro, que fue un manso de libro al que mató de media estocad en buen sitio.
En el sexto, que tenía buena condición, no terminó de acoplarse y pasó inadvertido tras realizar una faena intermitente en la que dio algunos muletazos con buen gusto. En el instante de entrar a matar sufrió una fuerte paliza, lo que obligó a Juan Pablo Sánchez, como primer espada del cartel, a dar muerte a este ejemplar.
Y el mexicano lo hizo con la misma actitud y entrega que desplegó en todo el festejo, ya que lo tumbó de una estocada entera, en buen sitio, y un golpe de descabello. Al abandonar el redondel, el hidrocálido fue despedido con una sonora ovación que refleja la contundente actuación de hoy en Las Ventas, donde se ha visto como todo un matador de toros.
Este triunfo posiciona al hijo de Ricardo Sánchez para poder entrar a la final de este certamen de novilladas, programado para el domingo 8 de agosto.
Desde el capote, el ejemplar de El Montecillo que abrió plaza acusó falta de casta, y apenas y lo pudo torear desahogadamente en el tercio de varas, donde derribó al caballo después de dar una pelea de bravucón en el peto.
Cuando parecía que la tarde iba a comenzar cuesta arriba para el mexicano, éste sacó la casta y comenzó doblándose con gran autoridad, y fue así, mediante un toreo seguro y de trazo largo, en el que repuso el terreno girando armoniosamente sobre los talones, como consiguió imponer su voluntad en series cortas pero intensas por el pitón derecho.
Y aunque no lo probó por el pitón izquierdo, quizá porque desde un principio cortaba el viaje, y además seguía soplando el viento, Juan Pablo remató la faena toreando con temple y largueza, siempre en un palmo de terreno.
A la hora de entrar a matar colocó una estocada entera, de buena ejecución, en la que el novillo echó la cara arriba. Y en escasos segundos, este ejemplar, de nombre "Puntero", número 84, con 445 kilos, rodó patas arriba para que la gente le pidiera la oreja al hidrocálido. Ha sido una oreja de peso, bien concedida, que lo llena de moral de cara al siguiente turno.
El cuarto novillo, similar de hechuras al primero, no tenía ritmo para embestir, pero si un punto de nobleza y una faena escondida que el mexicano desentrañó a cada palmo, otra vez toreando con mucha seguridad, en una nueva demostración de valor e inteligencia.
Sobresalió toreando por el pitón derecho, ya cuando el ejemplar de El Montecillo se había desfondado por completo, y hasta se dio el lujo de darle un pase cambiado por la espada que fue muy celebrado por el público.
El tiempo, la pausa y los toques muy a tiempo, sirvieron para aprovechar las condiciones de un novillo que por momentos lo hizo ver mejor de lo que era. A la hora de entrar a matar dejó el brazo un poco atrás, y señaló media estocada en lo alto, que hizo mella en el novillo que tardó un poco en doblar. Sin embargo, hubo una petición de oreja que no fue concedida y la gente lo llamó a dar una aclamada vuelta al ruedo.
El francés Patrick Oliver estuvo esforzado delante del deslucido segundo, un novillo complicado por su falta de casta que desarrolló cierto sentido en la muleta. El comienzo de faena, mediante un péndulo, fue un bosquejo de disposición que se fue diluyendo a la par que el de El Montecillo se desentendía de la muleta. Mató de una estocada habilidosa, pero caída, y se retiró al callejón en medio de silencio.
En el quinto realizó las cosas con serenidad, y dejó varios detalles buenos con la muleta en la zurda, ante un novillo descastado que presentó complicaciones. No estuvo fino con la espada y mató al tercer viaje.
El sevillano Antonio Espaliú también estuvo esforzado toda la tarde, y al primer novillo de su lote le hizo una faena breve, debido a la falta de casta del ejemplar más armonioso del encierro, que fue un manso de libro al que mató de media estocad en buen sitio.
En el sexto, que tenía buena condición, no terminó de acoplarse y pasó inadvertido tras realizar una faena intermitente en la que dio algunos muletazos con buen gusto. En el instante de entrar a matar sufrió una fuerte paliza, lo que obligó a Juan Pablo Sánchez, como primer espada del cartel, a dar muerte a este ejemplar.
Y el mexicano lo hizo con la misma actitud y entrega que desplegó en todo el festejo, ya que lo tumbó de una estocada entera, en buen sitio, y un golpe de descabello. Al abandonar el redondel, el hidrocálido fue despedido con una sonora ovación que refleja la contundente actuación de hoy en Las Ventas, donde se ha visto como todo un matador de toros.
Video de la actuación de Juan Pablo Sánchez en Madrid
Galería fotográfica de la actuación de Juan Pablo Sánchez en Madrid
Ficha
Madrid, España. Plaza de Las Ventas. Poco más de media entrada en tarde con viento. Novillos de El Montecillo, bien presentados y de distintas hechuras, pero escaso de casta en su conjunto. Pesos: 445, 441, 460, 448, 462 y 486 kilos. Juan Pablo Sánchez (azul turquesa y oro): Oreja, vuelta tras petición y palmas en el que mató por Espaliú. Patrick Oliver: Silencio en su lote. Antonio Espaliú: Palmas en el único que mató. Espaliú sufrió golpes contusos al entrar a matar al sexto y fue conducido a la enfermería para ser atendido de una herida contusa en la cabeza y un puntazo en la axila.
Madrid, España. Plaza de Las Ventas. Poco más de media entrada en tarde con viento. Novillos de El Montecillo, bien presentados y de distintas hechuras, pero escaso de casta en su conjunto. Pesos: 445, 441, 460, 448, 462 y 486 kilos. Juan Pablo Sánchez (azul turquesa y oro): Oreja, vuelta tras petición y palmas en el que mató por Espaliú. Patrick Oliver: Silencio en su lote. Antonio Espaliú: Palmas en el único que mató. Espaliú sufrió golpes contusos al entrar a matar al sexto y fue conducido a la enfermería para ser atendido de una herida contusa en la cabeza y un puntazo en la axila.