Este domingo se dio el cerrojazo final a la temporada de novilladas en la plaza de toros "San Marcos" y ante una buena entrada realizaron el paseíllo los jóvenes José Miguel Parra, Antonio Romero y Javier Gallardo, ante un complicado encierro de El Nuevo Colmenar al final de la tarde solo hubo algunos detalles.
En un caso anecdótico, el ganadero Francisco Miguel Aguirre bautizó a sus astados con nombres de famosos bandoleros y revolucionarios, esto debido a que, según sus propias palabras, a su padre le gustaban los corridos dedicados a estos personajes.
El venezolano José Miguel Parra arribó a la "San Marcos" con el deseo de agradar a exigente público hidrocálido, en primer término se enfrentó a “Heraclio Bernal” que mostró mansedumbre y peligro, intentó lucir tanto en capote como con la franela y precisamente cuando ejecutaba derechazos fue prendido de fea manera, por momentos se temió la cornada, afortunadamente sólo fueron los golpes; con la ropa deshecha terminó con su labor, saludando en el tercio.
Con el cuarto de la tarde, Parra ha estado muy voluntarioso, recibió a “Benjamín Argumedo” con una larga cambiada para luego dibujar verónicas. Inició su faena pegado a tablas y prosiguió en los medios, por momentos la faena fue de tintes interesantes en donde destacaron algunos muletazos, a la hora de entrar a matar ejecutó un espadazo con ortodoxia, por ello el público pidió una oreja que no fue concedida, recorrió el anillo en una aplaudida vuelta al ruedo.
El zacatecano Antonio Romero, quien fue acompañado desde su tierra por un buen número de aficionados, se enfrentó a “Jacinto Cenobio” un novillo verdaderamente complicado, que siempre salió con la cabeza arriba y que además buscó en todo momento las piernas del torero, por momentos a pesar del peligro, Romero aguantó los parones y emocionó al respetable, se puso pesado con la espada y escuchó dos avisos.
El quinto de la tarde se anunció como “Gabino Barrera” y fue saludado por Antonio Romero con verónicas bien dibujadas, quitó por ajustadas chicuelinas; de manera vistosa cubrió el segundo tercio. Vibrante fue el inicio de su faena ya que clavó los pies en los medios y ejecutó dos escalofriantes cambiados por la espalda, parecía que la cosa llegaría a grandes vuelos, lamentablemente la faena fue a menos, no obstante la voluntad del chaval, al volver a fallar con el acero, nuevamente escuchó dos avisos.
Javier Gallardo se enfrentó a un buen novillo, mismo que le permitió lucir desde el capote, con “Valentín de la Sierra” ejecutó dos largas cambiadas y lanceó a la verónica, quito por gaoneras. Con estatuarios comenzó su faena, destacando series por el derecho. De uno a uno fue estructurando un trasteo lleno de vistosos detalles, entre los que destacan dosantinas, molinetes y manoletinas, para su mala fortuna falló con el acero, incluso recibió un tremendo golpe, al final dio una vuelta al ruedo.
Con el que cerró plaza, el joven hidalguense trató de obtener el triunfo. “Juan Charrasqueado” no presentó complicaciones, pero Javier Gallardo no le encontró del todo la distancia, la voluntad y el esmero quedaron patentes, estuvo errático con el acero y escuchó palmas.