Hace un año, después de practicarse unos estudios, Angelino de Arriaga recibió la noticia de que tenía un tumor en el pecho, concretamente en los huesos, producto de una voltereta y una pisada de un toro que derivó en un osteocondroma, el cual afortunadamente fue benigno.
Fueron días de nerviosismo, incertidumbre, miedo y angustia, que quedó solo en eso y para celebrar a la vida misma y a que éste ha sido su mejor año taurino decidió realizar una doble hazaña: correr el Maratón de la Ciudad de México por la mañana y tomar parte en una corrida de toros por la tarde.
"Son locuras preciosas, pero al final son satisfacciones que te dejan marcado de por vida. Lo que hice yo creo que ningún otro toreros lo ha hecho y como corredor, terminé mejor que muchos maratonistas. ¡Estamos más vivos que nunca y eso hay que celebrarlo!", dijo.
Angelino terminó los 42 kilómetros 195 metros, en un tiempo de 3 horas 28 minutos, y superó su propia marca que había logrado en el 2019 cuando cruzó la meta en 3 horas y 36 minutos.
"Es mi segundo maratón que corro, me gusta mucho correr, ya antes he corrido medios maratones, pero el hecho de correr una distancia como esta terminas casi muerto y es un cansancio terrible.
Pero me sentía preparado físicamente, me siento muy bien, pero es aquí cuando la mente trabaja más para lograrlo y al final gracias a Dios lo solventé en un tiempo muy bueno y después pude cortar tres orejas en Doxey, por eso no me cambio por nada, estoy sumamente feliz de haber conseguido esta doble hazaña en un día", agregó.
En los últimos meses a partir de julio, tuvo que combinar el entrenamiento de carrera de fondo, con el tradicional para mantenerse bien preparado y así cumplir sus obligaciones como matador.
"Recordé lo que entrenaba cuando mi primer maratón, así que empecé a correr y los primeros días hice 30 kilómetros por lo que me sentí capaz y junto con mis amigos maratonistas entrené ocho días, sin descuidar mi preparación para torear".
El domingo el clima fue ideal y comenzó sin contratiempos a devorar los 42 kilómetros.
"A partir del kilómetro 30 que es cuando empieza el desgaste físico y mental, vas viendo a todo mundo ahí parándose, o desmayados o vomitándose. Eso pasa si no estás fuerte mentalmente y bien preparado físicamente, pero en mi caso no fue así. A mí me disparó para arriba el ánimo, iba echándole porras a todos los corredores, que me sentí muy bien al terminar. Llevaba a mi preparador físico que es un fenómeno y rápido me echó para arriba. Me dieron masaje los fisioterapeutas del maratón y sobre todo comí e iba hidratándome mucho durante el recorrido hacia Doxey".
Para correr, Angelino no requirió ir escuchando música en audífonos, pues la misma carrera y los grupos musicales y de mariachis que hay a lo largo del recorrido motivan el gran ambiente.
"Cuando terminé como a las 10:30 comenzó a salir el sol. Recibí dos masajes, uno de los fisioterapeutas del maratón y durante el viaje de México a Doxey otro, con mucho hielo para que las piernas se relajaran y luego con algunas pomadas que me pusieron mis entrenadores.
Llegué al hotel a las 1:30 aproximadamente y descansé 20 minutos, con las piernas hacia arriba. Luego me di un baño con agua bien caliente y enseguida otro masaje de 20 minutos y las piernas se reactivaron.
Ya en la plaza, mientras Calita toreaba al primero de la tarde, Angelino comenzó a moverse en el callejón pues sentía un leve adormecimiento en las piernas.
"Mi cuadrilla me cuidaba mucho, no querían que yo pusiera al toro al caballo ni mucho menos que pusiera banderillas, pero no, les dije que yo podía hacerlo y así fue. En cuanto salió el toro las piernas entraron en calor y cubrí a mis dos toros en el segundo tercio de manera sensacional y no tuve ningún dolor.
El dolor fue que pinché a mi toro, si no le hubiera cortado el rabo", expresó. El lunes fue día de descanso absoluto, pero este martes comenzó a caminar media hora para ejercitar las piernas y sacar todo el ácido láctico que un Maratón deja en los músculos de cualquier corredor.
"Por ahora no tengo otra hazaña más (ríe). La hazaña es triunfar en todas las plazas, puesto que quedé triunfador de Huamantla y en Doxey y también Tetepango, Hidalgo, corté las orejas. Este está siendo un año muy importante para mí y pienso seguir en un plan ascendente para que más empresas me abran sus puertas", aseveró.