Concluyó la Feria Nacional de San Marcos, en Aguascalientes, y por lo tanto arranca el "parón" anual de festejos taurinos en nuestro país, mismo que ahora se verá incrementado por la celebración futbolera de la Copa del Mundo, en Rusia, donde la Selección Mexicana tendrá participación.
Sin embargo, en medio de este desierto surgen algunas novilladas que vienen a paliar la escasez de festejos.
Es gracias al Nacional de Novilladas que en este verano hay actividad en varias plazas, como "La Florecita", el Centro Caballar "Los Azulejos" y el Cortijo "Campo Bravo". Además, después del Mundial abrirá de nueva cuenta la Plaza Arroyo, en esta capital.
Como publicamos en un reportaje elaborado para la revista "Suerte", distribuida con éxito en la Feria de San Marcos, los estadísticos en cuanto a las novilladas ya eran alarmantes, de ahí la trascendencia de este certamen nacional.
Y es que el pasado año 2017 tuvieron lugar solamente 102 novilladas picadas en México, por 133 en 2016 y 164 en 2015 ,lo que habla de una reducción sostenida, paliada un poco por el certamen “Descubriendo un Torero” celebrado entre 2014 y 2015, organizado por la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia.
Cierto que es montar novilladas suele ser deficitario, de ahí la trascendencia de este esfuerzo empresarial para revertir un panorama triste en el que no pocos cosos dejaron de ofrecer festejos menores el año pasado, incluso dentro de sus ferias.
La unión de varias empresas para ofrecer un total de 71 festejos (entre marzo y octubre) deberá seguir siendo aprovechada por los novilleros mexicanos, salir a los ruedos a “comerse” el mundo y arrancar las orejas a “mordidas” si es necesario, con tal de trascender y ganarse un lugar en un mundo tan difícil como hermoso, como lo es el taurino.
Con preocupación hemos visto a no pocos novilleros que solicitan oportunidades y, cuando ven un "pitón", no muestran el esperado entusiasmo en el ruedo. También, por lo tanto, es menester que éstas novilladas sean también una especie de filtro (como lo fueron ya las pruebas con vacas), un singular espacio para que los chavales se desengañen.
Y es que, como bien decía el siempre recordado Valente Arellano, a un novillero se le puede perdonar cualquier carencia técnica, pero jamás el hambre de ser.
Ahí está la mesa puesta, ya en la segunda fase del Nacional de Novilladas, ciclo que concluirá en septiembre y octubre en el ruedo de la Plaza México, ya con el ambiente previo a la Temporada Grande y con los muchachos más destacados de "Soñadores de Gloria".