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La pureza del toreo clásico (video)

Domingo, 27 Mar 2016    México, D.F.    Jorge Raúl Nacif | Foto: Sergio Hidalgo           
El torero riojano malogró con la espada una faena importante
Dentro del toreo clásico suele manifestarse con mayor evidencia el concepto de la pureza, que no es otra cosa que evitar los atajos efectistas para conseguir determinado objetivo dentro del redondel, y encaminarse entonces por el sendero de aquello que es tan auténtico como verdadero.

Diego Urdiales es uno de los principales exponentes de la pureza del toreo clásico pues, como dejó en claro hoy en Texcoco, ejecuta la tauromaquia de toda la vida y no requiere desplantes ni rodillazos para calar en un tendido. En otras palabras, y parafraseando al maestro Luis Francisco Esplá, no es pan para hoy y hambre para mañana.

Aunque muy medida, la faena que el riojano estructuró delante del cuarto tuvo matices para destacar. En principio le fue paciente al de Begoña para no forzarlo e irle dando sus pausas, de tal forma que, muy a su aire, logró extraer el fondo bueno que corría por su sangre.

Ya entrados en calor, Urdiales toreó acompasado con la diestra, encajadito de riñones y adelantando ligeramente la pierna de la salida para cargar la suerte. Esto es, y como explicaba el maestro Joselito Arroyo, cargar el peso del cuerpo precisamente en la referida pierna, de la forma en la que marcan los cánones del toreo.

Con la figura relajada, la barbilla en el pecho y acompañando con la cintura, sus trazos impregnaron empaque. Los naturales, en los que supo dejarle la muleta al de Begoña y en los que en ocasiones repuso hacia adentro, tuvieron desmayo como una de las principales cualidades.

El público texcocano es feriante en su mayoría, pero supo aquilatar la labor del torero ibérico y, a pesar de fallar con la espada y requerir hacer uso del descabello, lo obligó a dar la vuelta al ruedo. En realidad importan poco las orejas cuando se regalan muletazos como los que hoy dibujó Diego Urdiales.

Su primero no fue fácil, dado que acudía deslucido y sin gran recorrido, para luego terminar regateando las embestidas. El riojano hizo el esfuerzo pero en realidad había poca tela de donde cortar.

Juan Pablo Sánchez tuvo una actuación interesante y en la que dejó ver el buen momento por el que atraviesa. Su primero se rajó pronto, de tal forma que el hidrocálido se metió a la zona de tablas para pisarle sus terrenos y extraer muletazos en un palmo, ganándose las palmas de la concurrencia.

El medio espadazo no terminó por ser suficiente, aunque los aplausos le reconocieron a Juan Pablo el esfuerzo desplegado. Aunque el segundo de su lote tuvo condiciones pero vino a menos, el nacido en Aguascalientes cuajó muletazos de buen acabado por ambos pitones, en los que pulseó muy bien las acometidas del astado.

Por momentos apareció el templado trazo de Juan Pablo, que se mostró siempre sobrio y enterado. Hubiéramos podido relatar el corte de una oreja de haber sido efectiva la estocaba que consiguió, pero en cambio saludó una ovación.

No hubo materia prima para Arturo Saldívar en primera instancia, pues el de Begoña llegó totalmente aplomado al tercio mortal y se atornilló en la arena, haciendo imposible siquiera ligar dos muletazos.

Su segundo tuvo mayor movilidad, aunque no del todo buen estilo, pero ante éste salió Saldívar con mucha entrega y regaló un buen quite por chicuelinas, con el que comenzó a caldear el ambiente de cara a una faena de muleta que fue de más a menos, pues el ejemplar también terminó por desfondarse.

Saldívar dejó derechazos con sabor, sin precipitarse demasiado y manteniendo correctamente la figura. También al natural hizo el esfuerzo Arturo, que buscaba refrendar el triunfo de dos orejas conseguido en esta misma plaza apenas el viernes anterior. Al final no fue de efectos rápidos el espadazo conseguido y, aunque hubo leve petición de oreja, todo quedó en una ovación.

Ficha
Texcoco, Méx.- Plaza "Silverio Pérez". Sexto festejo de la Feria del Caballo. Un tercio de entrada, en tarde agradable y con algunas ráfagas de viento. Seis toros de Begoña, de impecable presentación, en general de poco juego, de los que destacó el 4o. por su calidad. Diego Urdiales (corinto y oro): Silencio y vuelta. Juan Pablo Sánchez (azul purísima y oro): Ovación en su lote. Arturo Saldívar (verde botella y oro): Silencio y ovación tras leve petición. Incidencias: Destacó en banderillas el aspirante César Domínguez "El Campechano". Urdiales sufrió un pitonazo en el rostro al tirarse a matar al 4o.


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