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Rafael Serna triunfa en festejo accidentado (fotos)

Domingo, 31 Ene 2016    Autlán, Jal.    Felipe Aceves | Foto: Pelayo          
El sevillano mantiene buen paso en cosos mexicanos

El sábado 30 de enero por la noche, se había comenzado en la ciudad de Autlán de La Grana con un sepelio. El tan esperado entierro –casi un año– de ese indeseado caballero: el mal humor. Y para iniciar las celebraciones táuricas, se programó una novillada con dos multipremiados integrantes de las filas novilleriles: Diego Emilio, de Aguascalientes, y el tapatío Carlos Casanueva.

Cerró la tercia, el sevillano Rafael Serna. La cuestión es que vivieron una tarde que lo que menos tuvo fue tersura. Un encierro de El Vergel, con edad, romana, y mucha seriedad por delante en sus astifinas cuernas. Así que los pupilos de don Octaviano García, les pusieron una dura prueba a todos en la plaza. Toreros, banderilleros, picadores, autoridades, y hasta al servicio médico de plaza. Algunos, como las infanterías, le batallaron un poco más que otros; pero que hubo emoción, sí que la hubo. El encierro –vamos, que– pidió los carnés sin miramientos.

Y ante el compromiso, los novilleros dieron la cara. Tan es así, que dos de ellos no pudieron terminar el festejo. Desde que el de Aguascalientes se abrió de capa con "Grandioso", un cárdeno precioso, veleto de cara primero de la tarde, se comenzó a vislumbrar el tenor de la corrida.

Reservón el vergeleño, aunque empujó en varas, luego de lances voluntariosos, Diego Emilio trató de entenderse con el morito; pero éste sin miramientos le echó mano de fea manera, para –afortunadamente– verse obligado a la inminencia de visitar al sastre remendón, a quien buena chamba le dejaron. Luego se desconfió el espada y despachó al toro con una delantera y varios golpes con la corta.


Con el segundo de su lote, se le vio con más decisión aún, pero este sí fue más contundente al momento de alzarlo por los aires y propinarle una paliza muy severa, que, aunque lo envió grogui a la enfermería fue de los males el menos.

Carlos Casanueva, no las tuvo mejores. Aunque arropado por los autlenses que bien lo identifican buscó centrarse con el capote antes de la fuerte pelea del novillo con el picador, para después ejecutar un quite por navarras que fueron movidillas, pero muy voluntariosas. Aunque "Búfalo" mostró una dosis de nobleza, fijeza y su punto de obediencia, mas su embestida no era muy boyante que digamos.

Series por ambas manos con entrega para dejar una entera delanterilla que le valió una vuelta al ruedo. Antes que siguiera su turno segundo, se vio en la obligación de matar el toro de su compañero, a la sazón en el hule y pues, cosas del toro, no lo pudo despachar y escuchó los tres avisos.

No iba a quedarse con la espina clavada. Así que se fue de hinojos a la boca de riego y con esto mostrar su decisión y entrega. Al recibirlo con una larga afarolada, "Rey de reyes" saltó por encima de Casanueva y le obligó a tirarse a la arena. En ese momento, el novillo volvió grupas, en el momento en que se incorporaba el torero. Lo cogió sin darle oportunidad de reponer el terreno para ser cogido por la cadera y ser lanzado por los aires, para caer muy mal. Tanto que al intentar ponerse de pie nuevamente, las piernas no le respondieron y fue llevado a la enfermería de la plaza.

Este ejemplar (5º en el orden quedó en manos del tercer espada, Rafael Serna. No era fácil, ni mucho menos, pero el sevillano encontró materia prima de mayores posibilidades que, por ejemplo, el primero de su lote, en el que destacó un quite combinado de tafalleras, saltilleras y chicuelinas que le fueron bien reconocidas. En el tercio de muerte parecía que el asunto iría por buen camino; sin embargo, "Juncal acortó el de por sí nada largo recorrido y al final refugiarse en la querencia. Una estocada muy delantera dejó al toro pa’ las mulillas

Ahora le tocó a él despachar el toro de un compañero. Con ese ejemplar, el sevillano consiguió buenos pasajes. Entendió el no muy pródigo recorrido; trató de extenderlo, pero terminó por decidirse aprovechar lo que tuviese de dimensión la embestida. Acortó las distancias, le presentó al astado la muleta atrasada y le extrajo así, tandas de buena factura. Lo despachó con media y una entera delanterilla que fue suficiente. Don Javier Medina atendió la petición y le concedió un auricular.

Destaco la actitud de Rafael, quien tuvo el detalle de que el trofeo se le entregara a su compañero herido. Con el que cerró plaza, un ejemplar alto de agujas, que no fue bonito que digamos tuvo el acierto de someter a un morito al que le faltaba mucha fijeza. Desgraciadamente lo pinchó, aunque fue premiado con una vuelta al ruedo.

Ficha
Autlán de la Grana, Jal.- Novillada de carnaval. Un tercio de entrada. Novillos de El Vergel, serios y con trapío, de juego variado. Diego Emilio (marino y oro): Vuelta en el único que lidió. Carlos Casanueva (rosa y oro): Silencio y silencio tras tres avisos en el que lidió por Emilio. Rafael Serna (marino y oro): Silencio, oreja en el que mató por Casanueva y vuelta. Incidencias: Diego Emilio ingresó a la enfermería en el 4o. con policontusiones y conmoción cerebral. Carlos Casanueva hizo lo propio en el 5o., con un fuerte trauma de columna verebral y también policontusiones. Ambos fueron trasladados al Sanatorio de Especialidades Médicas de Autlán, para ser atendidos por los doctores Víctor Hernández, Óscar Guzmán y Javier Zamora


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