Macías y Armillita vuelven a triunfar (video)
Lunes, 05 May 2014
Aguascalientes, Ags.
Juan Antonio de Labra | Foto: Landín-Miranda
El matador hidrocálido triunfa de nuevo
La tarde había comenzado con entusiasmo cuando Padilla se abrió de capa y toreó bien de capote, y más aún cuando cubrió con mucha vistosidad el tercio de banderillas ante un toro bajo y muy bien hecho, que acabó rajándose. Muletazos sueltos fueron los que ejecutó el jerezano sin conseguir hilvanar el trasteo que esperaba la gente.
Delante del segundo ejemplar, un toro noble, que humillaba, pero al que había que encontrarle la distancia, le hizo un original comienzo de faena mediante muletazos rodilla en tierra de suave trazo. Y cuando Macías quiso ponerse en el sitio para ligar el toreo en redondo, el de Arroyo Zarco se marchó suelto de la tela y se refugió en tabla.
En ese terreno le robó pases de mérito, con ese estilo tan suyo que gusta a la gente, y como mató de una estocada dando el pecho, cortó una oreja que paseó sonriente en le vuelta al ruedo.
También se esforzó Armillita IV en el tercero, un novillo de escaso trapío que embestía rebrincado y con cierta incomodidad a la hora de que el torero de dinastía tenía que reponerse. Y a base de cabeza clara y sito, consiguió estructurarle una faena maciza, que fue observada con detenimiento por parte de los profesionales.
Fue por el pitón derecho por el que Fermín consiguió las mejores prestaciones del ejemplar, y se mostró otra vez artista y seguro en una faena de buen acabado que remató de una estocada eficaz para cosechar un apéndice, lo que resume su paso por esta feria con el corte de dos orejas en dos tardes consecutivas.
Ya el cuarto, un berrendo en negro cornidelantero y muy certero, fue otro cantar porque el toro desarrolló peligro y derribó con estrépito al picador Othón Ortega, que tuvo que ser trasladado al hospital para ser valorado. En ese mismo accidente, el toro le metió el pitón al caballo debajo del cuello, un hecho que sin duda caló en el ánimo de Padilla y el resto de su gente.
Juan José optó, con justa razón, por no banderillearlo y en la faena de muleta se concretó a pasarlo brevemente antes de darle muerte luego de varios pinchazos, siendo así el final de una labor que a nadie dejó satisfecho, sobre todo considerando que se trata de un torero cuya tauromaquia encajaría muy bien en esta feria sanmarqueña.
La otra parte del festejo, incluido el toro de regalo de Arturo Macías, un ejemplar de San Isidro, se solventó con la entrega de éste último y también de Fermín Espinosa, que hizo una faena solvente y recia a un novillo más hecho que embestía de manera muy descompuesta. Firme y decidido consiguió torearlo con arrojo y el público le agradeció su entrega, cobijando su actitud en todo momento.
Porque parecía que el quinto, de nombre “Guapetón”, y vaya que lo era, apuntaba cosas muy interesantes. Se trataba de un toro colorado de preciosa lámina, descolgado, que permitió el lucimiento de Macías en el tercio de quites (que hizo por altaneras) y también en el inicio de una faena en los medios.
Pero a partir de la segunda tanda el toro se paró y se esfumó la posibilidad de lucimiento. Metido entre los pitones, consciente de que debía arrear, el toro no le perdonó el haberse metido en las cercanías y le dio una tremenda voltereta de la que, afortunadamente, salió ileso.
Y en el de regalo volvió a la línea de fuego, metiéndose entre los pintones de un toro que empezó bien y terminó agarrado al piso y deslucido. Otra vez una buena estocada devolvió el júbilo al tendido, aunque el toro tardó en doblar, y fue así como terminó una corrida en la que los toreros estuvieron por encima del ganado.
Mañana se despide en esta plaza Rafael Ortega, acartelado con su paisano, Sergio Flores, y el potosino Fermín Rivera, quienes lidiarán un encierro de San Isidro, en lo que será el decimocuarto festejo de este feria en la que hemos vivido grandes acontecimientos.
Ficha Aguascalientes, Ags.- Plaza Monumental. Un tercio de entrada en tarde de calor bochornoso. Cuatro toros y dos novillos de
Arroyo Zarco, que sustituyeron a los anunciados de
Teófilo Gómez, parejos en presentación y varios de finas hechuras, pero de escaso juego en su conjunto por su falta de fondo. Y uno de regalo (7o.) de
San Isidro, noble y deslucido. Pesos: 491, 517, 400, 487, 496, 418 y 502 kilos.
Juan José Padilla (negro y oro con remates negros): Palmas y silencio.
Arturo Macías (azul rey y oro): Oreja, división tras dos avisos y ovación tras aviso en el de regalo. El novillero
Fermín Espinosa “Armillita IV” (azul turquesa y oro): Oreja y palmas. Incidencias: Destacó en varas
Ignacio Meléndez, que picó con mucha torería al 1o. y con las banderillas
Felipe Kingston y
Gustavo Campos, que saludaron.
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