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"Decíamos ayer..." (video)

Domingo, 04 May 2014    Aguascalientes, Ags.    Juan Antonio de Labra | Foto: Landín-Miranda           
Deslumbrante faena de Armillita IV en su debut
El 1 de mayo de 2005, la despedida de Miguel Espinosa "Armillita" en esta misma plaza marcó un punto y seguido a la historia taurina de la dinastía mexicana por antonomasia, la de los Armilla. Y hoy, nueve años después, encaja aquella famosa frase de Fray Luis de León el día que volvió a su cátedra de la Universidad de Salamanca tras permanecer cinco años en la cárcel: “Decíamos ayer…”

Así, con esa misma naturalidad, el más bisoño de los Armillitas, que lleva el nombre –y la fama– de cuatro generaciones de toreros sobre sus espaldas, y una asolerada tradición familiar de más de un siglo en los ruedos, Fermín Espinosa Díaz de Leon, "Armillita IV", retomó el devenir de su saga y lo hizo para beneplácito de los seguidores de una dinastía que tuvo su piedra angular en la señera figura del maestro de maestros, Fermín Espinosa Saucedo, Fermín "El Grande".

¡Cuánta ilusión le hubiese hecho al maestro de Saltillo haber vivido la tarde de hoy en Aguascalientes! Seguramente que se hubiera deleitado tanto con su nieto, como el día en que su hijo Miguel comenzaba a dejar la filigrana de oro en la tersura de aquellos primeros naturales.

Y esos mismos naturales, con el sello de la casa, los interpretó la tarde de hoy Armillita IV, pero quizá con un estilo más suyo, y una cadencia asombrosa, a través de la cual consiguió encauzar el dechado de clase de un novillo soñado, un ejemplar de Bernando de Quirós criado por un ganadero-torero, por un torero de clase para un novillero artista.

Así se cerraba el círculo de este reencuentro con el destino, que no sólo nos tenía preparada esta gratísima sorpresa, sino también un toreo diáfano y puro con la mano derecha. Aquí sí, con permiso de sus mayores, este Armillita redivivo, torea mejor que ninguno, con más personalidad, más encajado de riñones, más naturalidad y un relajamiento de planta sensacional, inclusive al dejar la mano que no torea completamente desmadejada.

Porque el toreo que hizo hoy Fermín –no me atrevo a llamarlo Fermincito, aunque aún sea un chaval–, es el toreo eterno; el toreo que se hace con las yemas de los dedos y el sentimiento a flor de piel.

Y la estructura de la faena también tuvo su evocación antigua, ya que además de las saltilleras del quite, Fermín intercaló un molinete de rodillas, un pase de pecho en la misma posición y un precioso kikirikí que el pincel de Ruano Llopis hubiera inmortalizado en un lienzo.
La gente que había en la gozó a rabiar con el toreo de Fermín, en una actuación de un profundo calado, que llenó los corazones de una emoción muy especial, la de la esperanza, como el color de ese terno que utilizó el día de hoy.

Lástima que el octavo de la noche se lastimó una pata, y fue devuelto, porque el sobrero tampoco sirvió y nos quedamos con las ganas de ver más a Armillita, que mañana mismo tiene su segunda comparecencia en otra corrida mixta. Y al margen de lo que pueda ocurrir, la faena de hoy sirvió para callar muchas bocas, y esas críticas fundamentadas que arreciaban en contra de su inclusión en la feria sin haber pasado la aduana de la temporada novilleril de la plaza "San Marcos". Pero ahora ya vieron el motivo: este torero, señores, "come aparte".

Ahora sólo está en sus manos mantener la concentración, creerse el personaje y seguir aprendiendo, para que su depurada técnica brinde –al carácter que hoy enseñó– una mayor confianza para ver las cosas tan claras y poder expresar ese sentimiento que hoy nos hizo vibrar de lo lindo.

La otras tres faenas importantes de la tarde corrieron a cargo de cada uno de los matadores que encabezaban este cartel de ocho toros: Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante y Juan Pablo Sánchez, que es esforzaron en todo momento por triunfar hasta donde las posibilidades de sus respectivos lotes se los permitieron, pues es preciso apuntar que al encierro de Bernaldo de Quirós le faltó raza y fondo.

Perera le hizo al quinto una faena de una delicada precisión: precisión en las alturas de los engaños; precisión en los toques; precisión en la colocación; precisión en el trazo… y precisión en el temple. Vaya forma de tirar del toro, de llevarlo cosido al engaño, de desengancharlo con una talento de jugador de carambola… y quedar ahí, en el sitio, dispuesto, anclado a la arena, para ligar el toreo en redondo. El resultado fue el corte de una oreja de mucho peso, no obstante el defecto en la estocada.

El otro trasteo de valía fue el que hizo Talvante al sexto, que acudía rebrincado a la muleta y duró poco. A pesar de ello, el extremeño volvió a citar con el pecho por delante y un empaque de lujo. Fue una pena que aquello no alcanzara a levantar el vuelo, pero lo más interesante es que este año su tauromaquia vendrá a ser una edición corregida y aumentada del acento de un gran torero.

Y si los dos toreros españoles habían tratado de gustarse, Sánchez no se quiso quedar atrás y se aplicó a fondo con el séptimo toro de la corrida, luego de haber dado dos tantas de magnífico acabado al tercero, que cambió de lidia en los primeros compases de la faena.

A pesar de que ese séptimo se agarró al piso, Juan Pablo se montó encima de los pitones con una seguridad pasmosa, y se pegó un arrimón con mucha verdad, para tratar de sacar provecho a un toro dócil que se acobardó ante la raza del hidrocálido que, al igual que sus compañeros de camada, ha pasado por la monumental con la cara en alto.

Ahora tendremos que esperar algunas cuantas horas para regresar a la plaza con la ilusión desbordante de ver nuevamente a Fermín Espinosa, que hoy dejó sobre la arena de la monumental de su tierra el aroma de los toreros de su casa. Así que, como dijo el religioso y humanista agustino: Decíamos ayer…"

Ficha
Aguascalientes, Ags.- Plaza Monumental. Decimosegundo festejo de feria. Corrida mixta. Media entrada en tarde calurosa y sin viento. Seis toros de Bernaldo de Quirós (el 1o. sobrero sustituto) y dos novillos de la misma ganadería (el 8o. sobrero sustituto), parejos de hechuras y de escaso fondo, entre los que destacó el 4o. por su clase. Pesos: 479, 505, 503, 438, 508, 492, 487 y 432 kilos. Miguel Ángel Perera (tabaco oscuro y oro): Palmas y oreja. Alejandro Talavante (tabaco rubio y oro): Silencio y palmas. Juan Pablo Sánchez (blanco y plata): Palmas y ovación. El novillero Fermín Espinosa "Armillita IV" (verde esmeralda y oro): Oreja y ovación.Incidencias: Tras el paseíllo le fue entregado un reconocimiento a Juan Pablo Sánchez, al cumplir su corrida 100. Saludó el banderillero Juan José Trujillo.


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