Con el importante triunfo de los matadores de toros David Mora y Martín Campuzano, se cumplió este domingo la primera corrida de la corta feria de Nuestra Señora de la Merced de Ambato, en la que actuaron además el coleta hispano Javier Castaño y el rejoneador Sebastián Peñaherrera.
El caballista abrió plaza ante un toro de Mirafuente, y seis para los de a pie con el hierro de Vistahermosa con procedencia Jandilla, que en conjunto permitieron la labor de sus lidiadores, en especial el corrido en tercer lugar que derrochó clase en sus embestidas, cabe exceptuar de este balance al quinto de la tarde, segundo de Castaño, res que acusó una serie de complicaciones para el torero.
Con casi tres cuartos de entrada, en tarde fría se celebró el espectáculo del que el público salió conforme de la Monumental Ambato básicamente por el quehacer de Mora y Campuzano que obtuvieron el doble trofeo tras desorejar a sus oponentes, Castaño saludó una ovación y el jinete Peñaherrera dio una vuelta al ruedo.
Sin duda que la faena del madrileño David Mora al primero de su lote fue sobresaliente en especial por el ritmo que supo imprimir a su tarea, muletazos templados y despaciosos usando la muleta para construir buenas series por cada uno de los pitones, firmados con estupendos pases por alto. El largo trasteo fue rematado con una certera estocada que le aseguró las orejas y la puerta grande. En contracara, el acero le privó de algún premio adicional en el sexto.
El quiteño Martín Campuzano logró triunfar, una vez más, resultado de la seguridad y firmeza que demuestra en cada una de sus actuaciones en esta nueva etapa de su carrera. Dos faenas sólidas en las que supo resolver las exigencias de sus oponentes y, a momentos, torear con buen gustó. Recibió una oreja de cada uno de las reses que enfrentó.
No lograron triunfar pero dejaron muy buenas sensaciones tanto el rejoneador Sebastián Peñaherrera como el espada salmantino Javier Castaño, el caballista recorrió el redondel tras su gestión en el primero de la tarde, en tanto que Castaño fue ovacionado.