Eulalio López "Zotoluco" fue el triunfador de la corrida de este sábado en Tlaxcala, primera de feria pues, aunque con algunas protestas, le tumbó las dos orejas al segundo de su lote y salió a hombros, mientras que Alejandro Talavante paseó un trofeo también con protestas.

La terna que esta tarde actuó en la primera corrida estuvo por encima del ganado, siendo Zotoluco quien con el cuarto de menos presencia, se vio animoso desde el recibimiento con largas de rodillas cerca de tablas, aunque ya de pie no hubo lucimiento; mucha voluntad mostró Eulalio con la muleta por ambos lados, en un trasteo de poco contenido y que alargó con bisutería buscando elevar el nivel de emoción.
 
Dejó espadazo de tres cuartos que evidentemente hizo daño, cuando movían al burel éste resbaló y cayó lo que aprovechó Christian Sánchez para ahondar indebidamente la espada, qué pena que haga eso un subalterno de su categoría; el puntillero culminó la escena para que al diestro le concedieran dos orejas entre algunas protestas.
 
En el que abrió plaza dejó ver el sitio que atesora gracias a sus más de veinte años como matador de toros. Poco habrá que consignar de lo ocurrido en el primer tercio. Ligeramente molestado por el viento, el torero tuvo que ayudarse con la espada simulada para torear bien sobre la mano izquierda que fue lo más sobresaliente de su trasteo, terminado con oportuno abaniqueo y dos pinchazos hondos para retirase entre palmas.
 
Para nuestro gusto lo más torero de la tarde corrió a cargo de Fermín Rivera; a su complicado primero lo ha fijado desde el capote, para después estructurar una faena sobre ambos perfiles, poniendo de manifiesto su torería y empaque templando y corriendo la mano cuando no se interponía alguna ráfaga de viento; hasta en seis ocasiones buscó la igualada porque el burel se distraía o se descolocaba, de tal suerte que pinchó dos veces antes del espadazo delantero que hizo doblar. Las palmas que le tributaron fueron poco premio a su torera labor.
 
Con mejor presentación fue el corrido en quinto lugar, aunque resultó muy descastado planteando dificultades al diestro potosino que las resolvió con disposición y oficio. Errático con los aceros principalmente con la espada corta le sonaron un aviso antes de meterse al callejón.
  
También tocó pelo el extremeño Alejandro Talavante; su labor de relumbrón en el sexto, impresionó a la gradería y le dio frutos al rematarla con media estocada de prontos efectos. La petición muy escasa fue atendida por el juez, que ordenó la concesión de un apéndice.
 
Sinceramente estuvo mejor con el tercero de buena presentación y bonita lámina pero soso; regulares lances  y chicuelinas constituyeron su labor de capa; empezó doblándose muy bien sobre la mano izquierda para luego torear con lentitud y ritmo por eses lado intercalando después arrucinas y joselillinas expuestas, pinchó y lo llamaron a recoger una ovación en el tercio.