Tauromaquia: Interesantes novedades
Lunes, 30 Sep 2013
Puebla,Pue.
Horacio Reiba | Opinión
La columna de hoy en La Jornada de Oriente
La amenaza de abolición de los toros en Puebla –una espada de Damocles realmente temible—entró esta semana en un impasse de aparente tranquilidad. Mientras las comisiones de Gobernación y Ecología del cabildo municipal deliberan, se sabe de grupos taurófilos dispuestos a ofrecer un frente de resistencia a la vidriosa propuesta; son núcleos de ciudadanos en desacuerdo con tamaña aberración, cuya capacidad dialéctica para reaccionar ante el problema va a ser vital.
Y se les añade la existencia ya constatada de un frente opositor dentro del propio cabildo, lo cual no es sorprendente dada la fuerza en Puebla de una tradición de tan larga y genuina data que, aun opacada por autoritarismos políticos recientes, incluye a muchos poblanos dispuestos a no dejarla de lado ni permitir que se coarte así como así su libre elección de un objeto de sano, fecundo y legítimo disfrute como es la tauromaquia.
En todo caso, cualquier oposicionismo que aspire a lograr buenos resultados tendría que empezar por unificarse y organizarse con tanta diligencia como inteligencia, pues no es cosa de replicar al desatino de los taurofóbicos con los mismos modos histéricos que caracterizan a estos oficiosos censores de nuestra libertad ciudadana. A la sinrazón hay que enfrentarla con su contrario, y a la voluntad impositiva con argumentos como los aquí expuestos por los numerosas personalidades de la cultura, la ciencia y el arte citados en la Tauromaquia del pasado lunes 26, con halagüeña y abundante respuesta de nuestros lectores.
Entre los grupos que parecen dispuestos a reaccionar al anticonstitucional atentado fraguado por una minoría autoritaria, seguramente se encuentran respetables académicos que han abordado y divulgado las aportaciones del toreo al patrimonio cultural mexicano en instituciones de tanto prestigio como la BUAP y la UPAEP, o peñas y sociedades taurinas como Arte y Cultura, con Jaime Oaxaca, Miguel Ángel de la Garza, Héctor Budar, Pepe Silva y Toño Moreno a la cabeza.
Premio al altruismo. Otro dato alentador se dio el pasado miércoles 25, cuando el presidente municipal de Puebla Eduardo Rivera Pérez otorgó un diploma en ceremonia oficial a Juan Huerta Ortega, director de Protauro, la empresa taurina que operó El Relicario entre febrero de 2011 y agosto de 2012. Fue en reconocimiento a su contribución al destinar al DIF municipal la recaudación de la corrida benéfica verificada en dicho coso el de septiembre de 2011 (Toros de San Mateo para El Zapata, Maripaz Vega y Jesús Luján).
A propósito del tema de los festejos benéficos, el pasado viernes 20 de septiembre el portal altoromexico.com me hizo el favor de publicar una nota acerca de la emergencia poblana, de la cual entresaco los párrafos siguientes:
“Llegados a este punto –el de la iniciativa abolicionista del cabildo municipal poblano--, lo que está ahora mismo a prueba es la capacidad del medio taurino mexicano en su conjunto para reaccionar de manera inmediata y consecuente. Será cosa de ver si los valores que la tradición taurina conlleva están realmente presentes en los interesados o simplemente se suponen, como el valor en los toreros. La valentía, como el amor o la libertad –que todo eso está en juego--, no es algo que baste con pregonarse a los cuatro vientos: hay que demostrarla cuando la ocasión lo demande. Y la presente situación no lo demanda, lo exige. ¿Irá a reaccionar el taurinismo nacional como se debe, o por el contrario preferirá mirar hacia otra parte, mientras en Puebla el acoso y derribo de la tauromaquia –arte, rito, espectáculo, fuente de ingresos, patrimonio cultural vivo—impunemente se consuma?
Por lo pronto, encuentro en la dramática situación de un país en estado de shock, el resquicio de una oportunidad de reacción. La historia dice que el toreo ha tenido una manera inequívoca y unificada de responder a desgracias naturales o inducidas como las que actualmente asuelan nuestra república. Y esa manera consistía en organizarse para organizar festejos benéficos en los que participaban desinteresadamente los distintos estamentos de la fiesta: ganaderos donando toros, matadores y sus cuadrillas sacrificando sus salarios con tal de colaborar, autoridades dispensando facilidades y un público generoso y dispuesto a llenar las plazas en tales ocasiones. De manera que la taquilla, descontados gastos indispensables, se destinaba casi por entero al alivio de los daños causados en la población, su salud y su patrimonio por las devastaciones de un terremoto, una inundación, un conflicto armado.
Sobrados estamos, pues, de motivos que justificarían la organización no de uno sino de varios festejos taurinos planeados con ese propósito. La percepción pública de la tauromaquia sin duda mejoraría en su hora más crítica. Y si la primera de tales corridas de beneficio se celebrara precisamente en El Relicario de Puebla, el efecto sería doble. Todo es cosa de obrar con presteza y, al mismo tiempo, con diplomática habilidad. Tomando al toro por los cuernos, pues.
Ahí está la propuesta. Que es, al mismo tiempo, un reto que pone a prueba la capacidad del sistema taurino en su conjunto para recobrar su autoestima y mostrar que la solidaridad, la compasión, la generosidad, el poder creativo no son ajenos a la tauromaquia. Sino, por el contrario, parte fundamental de su esencia.
Hay que entrar al quite, ya. Lo de Puebla es muy grave. Pero la situación de los damnificados del país, mucho peor. Ambas, si nos lo proponemos, pueden empezar a remediarse con la contribución del taurinismo nacional, si es que aún late algo vivo y valioso en su interior.”
De Cantinflas a Derbez. En la semana, empezó a circular por youtube una arenga antitaurina del comediante de Televisa Eugenio Derbez, tan malintencionada como falaz. No vale la pena detallar su contenido –burdo, tramposo y fácilmente rebatible--, pero sí recordar que un grande de la comicidad como Mario Moreno “Cantinflas” no sólo ha sido el mejor torero cómico de la historia, sino que al hacerse ganadero de bravo, la divisa Moreno Reyes Hermanos debutó en la capital del país, el 6 de febrero de 1966, con el indulto del noble “Espartaco”, inmortalizado por Joselito Huerta, gran figura del toreo mexicano y originario del estado de Puebla.
Establezca usted mismo la distancia entre el taurinismo integral del genial Cantinflas y la alharaca antitaurina de un sucedáneo tan postizo como el mencionado subproducto comercial de Televisa, en quien conflueyen nítidamente los tres adjetivos que mejor distinguen al activismo taurofóbico en boga: incultura, estulticia y mala fe.
Más opinantes ilustres. Dicho lo cual, agrego a las del lunes anterior unas cuantas opiniones más, emanadas de diversas personalidades internacionales de la cultura, la ciencia y las artes.
Enrique Tierno Galván (Filósofo y alcalde socialista de Madrid en los años 80 del s. XX): El toreo es escuela de valores democráticos.
Lisa Loft (Miembro del Dansk Toro Club de Copenhague): Para nosotros, la fiesta de toros es un homenaje a la inteligencia, al valor y al arte humanos; es, en el fondo, un homenaje al hombre.
Nuria Amat (Escritora catalana): El buen amante del arte del toreo se comporta como el lector o escritor que escribe o lee para encontrar el instante de la frase sublime, perfecta, que le haga saltar las lágrimas. Porque el estilo de la página y el arte de torear son la misma cosa. Salvo que el escritor no se juega la vida al buscar una metáfora.
Jean Cau (Escritor y periodista francés, premio Goncourt 1961; fue secretario de Jean Paul Sartre): El día de corrida, el aficionado a los toros tiene una cita con Papá Noel.
Víctor Gómez Pin (Filósofo): La tauromaquia no peca respecto a las demás arte por defecto (de sutileza o de rigor), sino por exceso (de radicalidad y ambición)... Lejos de que el torero deba apuntar a ser fundamentalmente artista, fértil sería para el artista intentar reecontrase a sí mismo tomando modelo en la siempre frágil figura del torero.
Ramón del Valle-Inclán (Novelista, dramaturgo y poeta modernista): Si nuestro teatro tuviese el temblor de la fiesta de toros sería magnífico. Si hubiese sabido transportar esa violencia estética, sería tan heroico como La Iliada. Una corrida de toros es algo espiritualmente muy hermoso.
Ramón Pérez de Ayala (Escritor y periodista español): Los toros no son un arte universal porque ganaderías de bravo sólo hay en España y unos cuantos países más, pero sí lo son en el sentido en que lo es todo arte. Son al mismo tiempo arte y drama vivo. Los toros no pueden morir. Moriría una parte de España. Y de México, podríamos agregar nosotros.
Michel Leiris (escritor y etnólogo francés, cofundador del Collége de Sociologie en 1937, y posteriormente director del Centre national de la recherche scientifique): En toda corrida sucede algo cuya gravedad no haya paralelo en ningún otro atrevido intento de burlar a la muerte… es el lado esencialmente trágico de la hazaña del torero lo que le confiere ese valor singular: todas sus acciones son preparativos técnicos y al mismo tiempo ceremoniales para la muerte pública del héroe, que no es otro que ese semidios bestial: el toro… El matador: un Damocles que cogió su destino por los cuernos, con su espada en la mano.
Javier Marías (Novelista español): Si las corridas se prohibieran, en nada cambiarían mi vida ni mis costumbres, luego carezco de todo interés personal o laboral en su permanencia. Pero tampoco tengo nada en contra de ellas… (además) el mantenimiento de no pocas dehesas (parques auténticamente naturales, donde un animal criado por el hombre goza de condiciones para realizar su naturaleza específica) sería inviable sin la fiesta de los toros… me temo que, en este caso, los autonombrados “defensores de los animales” son su mayor amenaza y sus mayores enemigos".
Temporada capitalina. La empresa dio a conocer los primeros doce carteles de su próxima temporada grande, que se inaugura el próximo 27 de octubre. Hay de chile, de dulce y de manteca y conforman el elenco 22 espadas mexicanos, 8 españoles y un colombiano, además de los rejoneadores Mónica Serrano, Emiliano Gamero y el ibero Leonardo Hernández. La mayoría aparecen en un solo cartel, con excepciones como Joselito Adame, Arturo Saldívar y Diego Silveti, que harán tres paseíllos, por dos de El Zotoluco y Miguel Ángel Perera. Sobre todo en lo que hace a los tres primeros, habrá que aplaudir la feliz iniciativa empresarial.
Por el contrario, no deja de ser deplorable que tengamos que ver a Morante con los anémicos toritos de Hamdan. O que la reaparición de Jerónimo se anuncie ante reses de Carranco, ganadería de la que, repasando su trayectoria capitalina de este siglo, no doy con un solo astado rescatable.
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