Saldívar indulta en el arranque de Pachuca
Domingo, 29 Sep 2013
Pachuca, Hgo.
César Montes | Foto: Sergio Hidalgo
Cuajó una gran faena al último de la tarde
En un triunfo grande terminó lo que ha sido la primera corrida de la Feria de Pachuca, luego de que la terna tuvo que hacer un esfuerzo, antes del último toro, porque el encierro, descastado y con poco contenido, exigió firmeza y conocimiento, teniendo así el festejo interés.
El máximo triunfador ha sido Arturo Saldívar, que indultó su primer toro en la monumental pachuqueña, de diferente tipo a los que habían salido por toriles, y que logró pegarle algunas verónicas. Aunque en varas el toro no hizo una pelea con fijeza, en cambio en la muleta rompió a más, siendo al final el astado que salvara el honor de la divisa. El torero ha gozado y disfrutado correrle de manera larga y con temple la mano, a este toro importante, que repitió con gran fijeza, emotividad y motor.
Metió enseguida al público en su trasteo, con muletazos sentidos, con calidad y de mucha expresión, que emocionaron. Cambiados por delante y por la espalda, los de pecho de aquí hasta allá, de una faena vibrante y de contenido. Comenzó a haber alguna petición de indulto y el diestro prolongó su ya larga labor, hasta que el juez concedió un indulto un poco exagerado. Paseó los máximos trofeos simbólicos.
Antes, con el primero de su lote, luego de no acomodarse al saludarlo con el percal, estuvo voluntarioso, con valor y serenidad, ante un bicho incierto, sin clase y que cuando tomaba la muleta punteaba. No pudo hilvanar los pases por esta condición y pese al esfuerzo, y señaló un pinchazo antes de dejar una estocada caída.
Enrique Ponce, ante el que abrió función, un espectacular burraco que fue aplaudido de salida, quitó por verónicas que le corearon, y con la muleta, justo en ese momento, molestó el aire. Tenía entonces que buscar el terreno idóneo no sólo para ver dónde molestaba menos sino también dónde plantarle cara a la res. Entre esas cuestiones, el torero no siempre se acomodó y el toro, con tendencia a irse a tablas, hicieron que su trasteo tuviera momentos, pero nada más. Lo mató de estocada apenas tendida así como apenas caída, y salió al tercio a recibir cálida ovación.
El segundo de su lote, un astado rajado que fue picado en su querencia y que carecía de fijeza a su salida, el diestro sacó todo su conocimiento y el porqué es un maestro, y metió en su muleta al burel, que hizo que repitiera las embestidas. Deletreó así pues, el toreo, dibujó con su calidad y arte característicos, naturales sublimes así como ayudados largos que le reconocieron con fuerza. Entendió muy bien a este astado, al que le dio sus tiempos y distancia, trazando algún cambiado por delante de bella factura. Lo mató de estocada apenas tendida, para que se le concediera un trofeo.
Por su parte, Octavio García “El Payo” pechó con el lote menos propicio. Su primero, un colorado de capa de bonita lámina, en cambio en su contenido fue incierto, luego violento, sin fijeza alguna, para que en la muleta terminara por sacar genio. Su acometida, que más bien atropellaba, resultaba incómoda, y el diestro aguantó sin inmutarse, intentando sacarle pases que resultaran lucidos, hasta que ya no hubo más que hacer. Lo fulminó de certera estocada y se fue a la barrera bajo calurosa ovación.
Con el quinto, el peor toro de condición del encierro, pudo ejecutar un par de verónicas, y ya. Con la muleta, un toro muy manso que en cuanto tuvo oportunidad se fue a toriles, ahí fue a hacerle la faena el torero. El animal no quiso saber nada de lo que estuviera frente a él pero el diestro, merced de la voluntad y el coraje, le robó muletazos que no sólo tuvieron mérito sino también buen gusto y mucha quietud. Finalizó con cambiados por la espalda que tuvieron emoción, cobrando una estocada apenas perpendicular, que le valió el corte de una oreja.
Ficha Pachuca, Hgo.- Plaza de toros monumental “Vicente Segura”. Segundo festejo de la Feria Internacional de San Francisco y primera corrida. Poco más de media entrada (unas 6 mil personas), en tarde soleada y de agradable temperatura, con algunas rachas de aire.
Seis toros de Jaral de Peñas, varios entipados en encaste Domecq, bajos de bravura y contenido en conjunto, salvo el 6o., con dos toros que se dejaron torear, 1o. y 4o.. El 6o., de nombre “Avellano”, número 164, fue indultado. Pesos: 506, 500, 460, 465, 460 y 470 kilos. Enrique Ponce (grana y oro): Ovación y oreja.
Octavio García “El Payo” (blanco y plata): Palmas y oreja.
Arturo Saldívar (azul aguamarina y oro).- protestas, y orejas y rabo simbólicos. Incidencias: Dio la vuelta con el ganadero y salió en hombros, brindando su faena al gobernador del estado
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