Macías tira del carro... y El Payo se sube (video)
Domingo, 22 Sep 2013
Zacatecas, Zac.
Juan Antonio de Labra | Foto: Landín-Miranda
El Payo y Arturo Macías compartieron la salida a hombros
Así como la víspera Juan Pablo Sánchez y Arturo Saldívar rivalizaron sin darse tregua, hoy tocó turno a Arturo Macías y El Payo, que también salieron a hacer lo suyo, cada quien a su manera, para rematar un fin de semana muy interesante que sirvió para establecer jerarquías entre la nueva generación de la que Macías –en México– y Joselito Adame –en España–, siguen marcando la pauta a seguir.
Y en medio de esta sana competencia, la desangelada actuación de Rafael Ortega, con un lote de pocas posibilidades, dejó en claro que es tiempo de los toreros jóvenes, esos que vienen arreando y con ganas seguir en candelero.
De esta guisa, Macías mantuvo el excelente nivel de éxito de una feria que culminó con su tercera puerta grande consecutiva, un palmarés de cinco toros estoqueados a los que cortó un total de ocho orejas, y la conquista del Escapulario de Plata de Nuestra Señora del Patrocinio.
Alrededor de esta contundencia del hidrocálido gravitó el ciclo zacatecano, y hoy "se entretuvo" (como redactaban los viejos revisteros) en cosechar otras tres orejas con una pirotecnia expresiva, a veces un tanto demagógica, en la que demostró que el toreo no sólo es salir a pegar pases, sino ofrecer un espectáculo que provoque emociones en el público de forma integral.
A caballo entre el toreo reposado, como el que hizo al primer toro de su lote, el único que tuvo un comportamiento más homogéneo, y el toreo de desplantes y arrojo, no se apartó de su meta: salir en volandas, fiel a un concepto muy respetable y digno que resulta difícil de rebatir.
Sus dos faenas estuvieron tocadas por matices de temple y serenidad, y luego partes de entrega absoluto y riesgo, como el que marcó lo que hizo al segundo toro de la corrida, que desde un principio le anunció que podía cogerlo. Cabe destacar la disposición y el sitio que le permitieron terminar desengañando al de Montecristo, al que impuso su ley.
En ambos casos, las efectivas estocadas que colocó Macías contribuyeron en buena medida a que el público no escatimara esfuerzo para sacar los pañuelos y le pidieron los trofeos que fueron concedidos.
El Payo había estado serio con el primer toro de su lote, casi de la misma manera que en su anterior comparecencia, del lunes pasado, había afrontado una tarde cuesta arriba, marcada por un lote de San Miguel de Mimiahuápam que no le dejó andar demasiado a gusto.
Y ahora, luego de haber estado bien, a secas, delante de su primer toro, arremetió con mayor enjundia en el sexto, al que hizo un vibrante quite por chicuelinas y luego le buscó las vueltas en distintos terrenos y con mucha afición hasta que terminó tumbándolo de una estocada soberbia de la que el toro salió muerto de la mano.
La gente, volcada con el queretano por la actitud tan sincera que había adoptado, le pidió las dos orejas que le permitieron acompañar a Macías para atravesar, juntos, la puerta grande.
Y seguramente que a Rafael Ortega le pesó no haberse sumado al carro juvenil de los triunfadores. Se le notaba un tanto distraído, quizá mermado anímicamente tras el revés que todavía lo mantiene sin saber a ciencia cierta si será o no el próximo alcalde de Apizaco, pues el Tribunal Federal Electora aún tendrá que resolver, en la sala nacional, al respecto de este asunto.
No lo vio claro en banderillas con el toro que abrió plaza, que pegaba fuertes arreones, y decidió no cubrir el tercio en el cuarto, lo que sin duda despertó la ira de un público que se olvidó de esa brillante trayectoria en esta plaza en años anteriores.
Así que cuando se escucharon las notas melancólicas de "Las Golondrinas", sonoras y acompasadas, no venían al caso a lo largo de una faena breve, de trámite, con un toro al que le pegaron de más y acabó parándose.
Al final de una lidia intrascendente, algunos aficionados cabales contagiaron al resto para que saliera a dar una vuelta al ruedo que no tuvo el sabor que, tras su paso por esta tierra, merecía en una tarde tan especial: la de su despedida en la monumental de cantera rosa.
Ficha Zacatecas, Zac.- Plaza Monumental. Media entrada en tarde espléndida. Toros de
Montecristo,desiguales en presentación y de escaso juego en su conjunto. Pesos: 502, 467, 463, 539, 465 y 508 kilos.
Rafael Ortega (grana y oro): Silencio y vuelta. Arturo Macías (nazareno y oro): Oreja y dos orejas. Octavio García "El Payo" (sangre de toro y oro): Ovación y dos orejas. Incidencias: Al finalizar el paseíllo la directiva de la peña Juventud Taurina le entregó un reconocimiento a Rafael Ortega por su brillante trayectoria en esta plaza. Destacó en la brega Alejandro Prado y también estuvo fácil con las banderillas, lo mismo que Rafael Zenón Romero. El Payo pasó a la enfermería, donde fue revisado de un varetazo en el escroto que no requirió puntos de sutura.
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