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Paola y Pablo Moreno ponen la chispa (video)

Domingo, 18 Ago 2013    México, D.F.    Jorge Raúl Nacif | Foto: Sergio Hidalgo           
Paola San Román saludó antes de pasar a la enfermería
La joven torera Paola San Román y la ganadería de Pablo Moreno pusieron la chispa durante esta tarde en la Plaza México, pues la novillera queretana dibujó los pasajes más coreados de la séptima novillada del serial menor y la ganadería jalisciense debutó en este coso con un encierro que dio un muy buen juego, mientras que también destacó el zacatecano Luis Ignacio y el tapatío Gómez Vega.

San Román lidió al cuarto ejemplar del festejo y desde que se abrió de capa quedaron claras sus intenciones y dejó de manifiesto ese carisma tan especial que posee, pues conecta pronto con los tendidos. El ejemplar tuvo movilidad y una buena dosis de transmisión, bravo el de Pablo Moreno, con el que se dobló toreramente en los albores de un muy interesante trasteo.

Entendiendo al novillo y con las ideas claras, Paola se puso en el sitio y ligó una primera tanda con la mano derecha en la que templó las embestidas y toreó con gusto y sabor, relajando cada vez más la figura y desmayando el brazo al momento de despedir. Una segunda tanda de mayor calibre y la cosa parecía a ir a más, pero justamente al final de la serie sufrió una voltereta de órdago y pasó a la enfermería con un fuerte golpe en la zona de la cadera.

Con raza y carácter, volvió despojada de la chaquetilla y regaló algunos buenos pasajes, aunque el viento la molestó y ya no logró retomar el nivel inicial salvó en las estoicas manoletinas con las que rubricó la faena. Lástima que se puso muy pesada con el acero, pues bien pudo haber tocado pelo, pero una sonora ovación la acompañó de nuevo mientras se dirigía a la enfermería tras escuchar un par de avisos.

Emotivo el brindis que el zacatecano Luis Ignacio Escobedo realizó mirando al cielo en homenaje a su padre, fallecido la semana pasada.  Esforzado con el capote, se mostró firme con la tela roja y poco a poco fue entendiendo a un novillo que se movió y tuvo cierta clase, virtudes que le permitieron regalar momentos de buen toreo por derecha y mostrar ese concepto de toreo vertical y elegante, así como algunos naturales de categoría, no sin batallar también con el viento.

Los mejores instantes de su labor fueron casi al final del trasteo, al dibujar dos bellos muletazos del desdén y una tanda con la diestra en la que hizo disfrutar a los aficionados. Tardó en acertar con la toledana y, a pesar de escuchar dos avisos, el público le hizo salir al tercio para tributarle una sincera ovación, premio a la entrega demostrada y a los pasajes de toreo artista que pudo brindar hoy en esta capital.

El tapatío Gómez Vega tuvo una presentación interesante y dejó ver que es un torero con buen trazo en su muleta y empaque al momento se pasarse los pitones por la faja. El cárdeno que lidió tenía mucha clase, sobre todo por el pitón izquierdo, pero era tardo y había que serle paciente. Así lo hizo el torero y regaló naturales de muy bella factura, además de algunos derechazos con calado.

Y aunque la faena no tuvo la continuidad que el público y el propio torero hubieran deseado, fue buena la impresión que el jalisciense dejó en este monumental coso. Bien remató su actuación con  manoletinas y, debido a que la media estocada fue de efectos lentos, el público se enfrió un poco y todo quedó enfuertes  palmas para este prospecto.

Paulo Campero se jugó la vida ante el que abrió plaza, un encastado y bravo castaño que puso emoción en los tendidos, ya que transmitía en grado superior. Paulo jugó bien los brazos en los lances de recibo y se quedó quieto en un estupendo quite por gaoneras, tras las que fue arropado y así, maltrecho, volvió para rematar el quite y fue volteado de nueva cuenta.

Colocó banderillas de buena manera e inició el trasteo intentando pegar un muletazo afarolado de rodillas, en el que fue prendido nuevamente. Un tanto “tocado” volvió a la cara del novillo y quizá por esta circunstancia anduvo un tanto fuera de forma y no logró asentarse para aprovechar la bravura de un burel que no era fácil, aunque siempre manifestó una buena actitud y no se salvó de llevarse otro susto, para ser atendido al finalizar la lidia de una herida en el glúteo izquierdo y operado al término del festejo.

El portugués Joaquín Ribeiro “El Cuqui” se presentó en esta plaza y la situación no fue fácil, pues durante la lidia del sexto de la tarde (un ejemplar de sangre española) se desató el huracán y esto le complicó el tema. El Cuqui se mostró firme, colocó banderillas y trazó algunos muletazos en los que dejó huella de su calidad, pero la faena no logró tomar mayor vuelo. Al tirarse a matar, se llevó una dura voltereta y, al final, el público le despidió con sus aplausos.

Alejandro López no tuvo suerte y lidió al “negrito en el arroz”, pues el segundo de la tarde fue el único ejemplar que realmente  no dio buen juego y además pronto desarrolló sentido, aunado a molestas ráfagas de viento. El hidrocálido demostró sus avances y el oficio aprendido durante su paso por España y resolvió con decoro la papeleta, aunque no estuvo tan certero con la toledana.

Así, con pasajes de interés y buen toreo, así como un encierro bravo y con calidad, se vivió la séptima novillada de la Temporada Chica, rebasando ya el ecuador del serial menor.

Ficha
México, D.F.- Plaza México. Séptima novillada de la Temporada Chica. Unas 2 mil 500 personas en tarde soleada, con intermitentes ráfagas de viento. Novillos de Pablo Moreno, bien presentados, buenos en general, de los que destacaron 1o., 3o., y 4o., por su calidad. Paulo Campero (verde hoja y oro): Palmas. Alejandro López (rosa y azabache): Silencio tras aviso. Luis Ignacio Escobedo (azul marino y oro): Ovación tras dos avisos.  Paola San Román (blanco y azabache): Ovación tras dos avisos. Gómez Vega (rosa y oro): Palmas tras aviso. Joaquim Ribeiro "Cuqui" (carmín y oro): Ovación. Incidencias: Paola San Román pasó a la enfermería para ser atendida de un fuerte golpe en la cadera. Campero fue corneado en un glúteo, con dos trayectorias, y fue intervenido al término del festejo; no requirió ser ingresado en el hospital. Destacó en la brega Juan Ramón Acosta y con las banderillas Ángel González "Lupillo", que saludó en el 3o.


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