La novillada de San Judas Tadeo no ha podido cumplir con las expectativas que se tenía en la apertura del Serial Novilleril de la Monumental Zacatecas, y es que en general el encierro fue manso y complicado, siendo quizá el más potable, sin la amplitud del término, el que cerró plaza.
Lo rescatable de la tarde fue sin duda la entrada que se registró en el coso de cantera, así como la raza puesta por Diego Sánchez y la valentía de un Antonio Mendoza, además de la oreja de un Fabián Ruiz que corrió con suerte en la suerte suprema, hecho que que a la postre lo convirtió en el triunfador de esta primera novillada.
Del esperado debut de Rodolfo Martínez "El Rorro" debemos reconocer que tuvo algunos detalles, es verdad que está verde y es su primer festejo, pero en otras ocasiones aún de becerrista lo habíamos visto con mayor determinación, y más entrega, habrá que esperar a que lleguén más festejos para él.
Cabe mencionar que en la tarde donde el sol y la sombra también se asomaron por los tendidos del coso zacatecano, se tributó un minuto de aplausos al ganadero don Salvador Escobedo López, quien lamentablemente falleció este domingo por la mañana en la ciudad de Boston.
A don Salvador se le recordará como un gran hombre, entusiasta, aficionado y un excelente ser humano que en sus últimos años se entregó por completo a apoyar la carrera de su hijo el novillero Luis Escobedo Ibarguengoytia; aprovechamos estas líneas para unirnos a la pena que embarga a la ganadera del hierro de San Antonio de Triana, Alexandra Ibarguengoytia, así como de sus hijos, Salvador, Manuel, Alexandra y Luis Ignacio.
Abrió plaza el novillo que llevó por nombre “Lolín”, de 392 kilogramos, y que correspondió en suerte al portugués Joaquim Ribeiro "El Cuqui", que lo recibió de hinojos con larga cambiada de rodillas, para después poco poder hacer con el percal ante un ejemplar que fue incierto, quedado, y probón.
Cubrió el segundo tercio con mucha habilidad y además determinación, y es que poco podía hacerse con el novillo; en su quehacer muleteril buscó la manera de poder arrancar los pases y además lo hizo de manera inteligente por lo que se robó una tanda por derecho, de ahí vino la insistencia del portugués por arrancar los pases, y lo hizo, sin embargo el novillo nunca termino de emplearse, iba al engaño una vez y en la otra ya probaba.
Atento a los consejos del maestro Beto Preciado que esta tarde lo acompañó, Cuqui no dejó duda de que vino a buscar hacer bien las cosas, pero ante un novillo así la verdad que nada podía hacerse. Despachó al tercer viaje para recibir la ovación de respetable en el tercio.
“Lalo”, de 391 kilos fue el segundo de la tarde y tocó en turno al novillero Antonio Mendoza, que tuvo que sortear con otro ejemplar complicado que desde salida poco ofreció. Tras brindar al respetable comenzó su labor tirando y arrancando los pases, estuvo en demasía voluntarioso y en su afán de arrimarse se llevó dos sustos al ser prendido sin consecuencia, concluyó su entregada labor con manoletinas para después fallar con el acero, escuchar un aviso, y salir al tercio.
El novillero Abraham Marín recibió con larga cambiada de rodillas a “Nacho”, de 445 kilogramos, para de ahí tener un discreto saludo con el capote, cubrió el segundo tercio y con la muleta buscó encontrar el sitio con otro novillo soso que no decía más, y sin transmisión que hizo además mostrar por momentos con dudas al coleta. Erratico con la espada esuchó un aviso para recibir las palmas del respetable.
“Martincillo”, de 405 kilos, fue para el novillero hidrocálido Diego Sánchez, que bregó de buena manera y entendiendo los procedimientos a un novillo que poco se empleó. Brindó su faena al maestro Beto Preciado para después pensando siempre el paso que venía, tirar pa’lante en una actitud completa de entrega y raza.
Le dejó la muleta abajo y tiró de él, enseñándole así un camino que el novillo simplemente no quería recorrer al compás de Sánchez, la faena no fue fácil pero quedó de muestra la actitud sobrada de este novillero que además ha demostrado que una tarde se tiene que salir a darlo y todo y la otra también, a pesar de las pocas opciones que ofrezca el ganado.
El novillo huía en cada oportunidad y buscaba la cercanía de las tablas, pero Sánchez se peleó con él y logró buenos momentos, culminó su labro con manoletinas para despúes perder la posibilidad de cortar una oreja por las fallas con el acero; salió al tercio.
El quinto de la tarde fue para Fabián Ruiz y llevó por nombre “Bola”, de 350 kilos, con el capote tuvo detalles el nacido en Aguascalientes, y con la muleta también, faltó quizá el ingrediente de poder ligar más los muletazos, y la manera era dejarle la muleta en el hocico pues cuando lo hacía el novillo,que tampoco era un dechado de virtudes, se empleaba más. Con la espada fue certero y pudo llevarse una oreja tras la petición mayoritaria del respetable.
“Te quieres casar conmigo”, de 399 kilos, fue el novillo que cerró plaza y el que más potabilidad tuvo, y con el que el zacatecano Rodolfo Martínez "El Rorro" debutó como novillero. Con dos largas cambiadas de rodillas se abrió con el capote para después saludar por verónicas, para tras la suerte de varas adornarse en un quite por gaoneras. Con más ánimo que perfección cubrió el segundo tercio.
Brindó su faena a sus padres, para iniciar su trasteo con la muleta, evidenciando que este era su primer festejo pues siempre llevó la muleta a media altura, le faltó asentarse, y tener más paciencia para saber llevar en los terrenos propicios al novillo, a final de cuentas son errores que tendrán que irse corrigendo conforme pase el tiempo y lleguen más oportunidades.