Con un merecido minuto de aplausos para Pepe López Hurtado, matador de toros y dueño de la Plaza Monumental "Las Playas", Manuel Capetillo y el Cabo Pajón, quien fuera juez de plaza varias temporadas, dio inicio a la temporada taurina 2009.

En el ruedo el gran triunfo de Gastón Santos y los Forcados de Mazatlán, quienes fueron los que verdaderamente emocionaron al público de Tijuana,

Gastón Santos fue el máximo triunfador de la tarde al cortar las dos orejas de “Cochole”, con el que estuvo en torero grande, luciendo muy seguro al torear con su caballo “Rayito”, clavando dos rejones de castigo en lo alto.

Lo verdaderamente emotivo y que hizo que el público se levantara de sus asientos fue lo que realizó con “Tenorio”, al que montó a la perfección; templó mucho al toro que fue suave y con buen estilo. El potosino clavó estupendamente  banderillas a una mano y a dos también; falló con el rejón de muerte y tuvo que bajar del caballo para estoquear al de Montecristo, que cayó fulminado en la arena al primer viaje. Al torero le fueron concedidas las dos orejas. 

Con el que abrió plaza ,“Don Cavo”, estuvo mejor que con el que le cortó las orejas, ya que este toro embestía con mayor fuerza y tenía más emotividad y peligro. Gastón lo entendió muy bien y dio muestras de que se encuentra en un sitio muy importante con los toros al hacer una faena que solo tuvo un error: la falla con el acero.

Uno de los puntos importantes en el toreo, que hace que la gente disfrute lo que está pasando en el ruedo, es que el torero sienta lo que hace, que trasmita ese disfrutar y gusto de estar en la cara de los toros; Gastón lo hace y el público lo percibe.

No sólo la emoción fuerte estuvo a cargo de Gastón, sino también de los Forcados Mazatlecos, quienes con el primer toro del rejoneador hicieron la pega al primer viaje, y con el segundo hicieron la pega al segundo viaje, esto después de ser arrollados espectacularmente en el primer intento, en el que volaron materialmente heridos y muy golpeados. ¡Enhorabuena!

El torero de la casa, José Rodríguez “Pepehillo”, le cortó las dos orejas a un toro de Marrón que salió en séptimo lugar, después de que fuera devuelto indebidamente por la autoridad el sexto de la tarde “Capeto”.

José cubrió el segundo tercio con lucimiento y con la muleta aprovechó que el toro salió del caballo bien picado, suave y con buen recorrido, por lo que le pegó pases por ambos lados, y si bien es cierto dio varias tandas haciendo bien el toreo, éstas no llegaron con fuerza al tendido; lo mató bien y la autoridad le concedió las dos orejas.

Con su primero,  “Marco”, anduvo bien de capa, mejor en banderillas y con la muleta no se acoplo del todo. Claro, hay que destacar que el toro por el pitón derecho le comía el terreno entre muletazo y muletazo dándole complicaciones al torero, quien optó por ponerse la sarga en la mano izquierda y así lograr algunos momentos buenos. 

Fermín Spínola, no tuvo su tarde y si bien es cierto anduvo voluntarioso con sus dos toros,“Maestro” y “Don Pepe” , se fue de Tijuana, con más pena que gloria.