Triunfal tarde de toros se vivió este jueves en el marco de la primera corrida de la Feria Regional de Jalpa, donde se cortaron un total de cinco orejas; dos correspondieron al diestro tapatío Alfredo Ríos "El Conde" y tres para Antonio García "El Chihuahua", que se convirtió en el máximo triunfador y a la postre ganador del trofeo en disputa.
También participaron los caballistas Pedro Louceiro III y Julián Viveros, que entró en sustitución del capitalino Rodolfo Bello que se lesionó el jueves pasado.
El mano a mano de rejoneadores fue para el primer caballista que tuvo una destacada actuación, misma que no pudo coronar con el acero. Por su parte, Julián Viveros dejó buen sabor de boca ante los jalpenses, aunque también falló con el rejón de muerte.
Verdadero duelo entre los Forcados Hildaguenses y los de Zacatecas también se vivió en la primera corrida en la que se lidiaron toros de la ganadería potosina de Coronado, de juego desigual destacando el lidiado en quinto lugar que correspondió al torero chihuahuense.
El trofeo que en disputa tuvieron los grupos de forcados fue para los Hidalguenses, puesto que los de Aguascalientes en dos intentos no pudieron consumar la pega, resultado además lesionados tres integrantes.
El primero correspondió en turno a Pedro Louceiro, toro emotivo que pudo celar con garbo para torearlo con mucho mimo de principio a fin; con las banderillas toreó de costado y además tuvo mucha variedad, haciendo siempre gala de su buena doma. Su labor estuvo acompañada de las notas de la "Marcha de Zacatecas" lo que avivó aún más el ánimo del respetable.
Con el rejón de muerte no tuvo suerte por lo que su actuación quedó en merecida vuelta al ruedo que compartió con Jorge Aguilera, de los Forcados Hidalguenses que realizó una buena pega al segundo intento.
El segundo de la tarde fue para El Conde, quien saludó brevemente con el capote para después adornarse vistosamente con un quite por navarras, el segundo tercio lo compartió con su compañero de cartel, El Chihuahua, ambos sobrados de facultades y demostrando la técnica que poseen para colocar las banderillas.
En lo que respecta a la actuación de El Chihuahua queda destacar el esfuerzo y empeño que pone en cada una de sus actuaciones pues logra a base de las facultades y carisma echarse al respetable al bolsillo con gran facilidad.
A su primero lo recibió con farol de rodillas para después darle un breve saludo con el percal. En banderillas correspondió la invitación que le hiciera El Conde, y ambos lucieron nuevamente, pero es el torero del estado grande quien nuevamente logró la espectacularidad con esos saldos, y giros que hace, pues sabe lo que tiene y no duda en utilizarlo en el momento preciso.
Ante un toro nuevamente que se rajó y buscó prontamente su querencia natural, El Chihuahua intentó cortar hasta el último trazo de la poca tela del ejemplar de Coronado, con la toledana estuvo certero por lo que cortó una oreja.
Con su segundo, el toro más potable del encierro, El Chihuhua dejó patente su variedad y vistosidad desde quite por zapopinas hasta la faena de muleta en la que citó, mandó, y templó, a un toro que si bien tuvo recorrido le faltó un punto de transmisión para que la faena creciera y rompiera y la faena tuviera otro nivel.
Con la espada no pudo estar mejor por lo que el ejemplar rodó sin puntilla, y ante su completa labor el juez de plaza concedió las dos orejas.
El rejoneador Julián Viveros fue quien cerró plaza con un toro de mucha fuerza y al que aprovechó a cabalidad, y si bien le falta más rodaje, hizo buenas cosas. Escuchó un aviso por las fallas con el rejón de muerte, retirándose entre palmas.
Cabe resaltar que en este toro los Forcados de Aguascalientes ante el brío del ejemplar no pudieron ejecutar en dos intentos la pega, resultando además lesionados Octavio Aragón (hombro), Antonio Reyes (contusiones en todo el cuerpo) y Jorge López (cortada en el oreja).