Sin triunfos y con grandes lapsos de tedio se desarrolló la segunda novillada de la campaña en la plaza "Nuevo Progreso" de Guadalajara y los tres alternantes se fueron con las manos vacías de este festejo, ante la desilusión de la afición que se dio cita.
Poco que contar, ya que la condición de los ejemplares jugados presentaron en su mayoría complicaciones para los novilleros anunciados, que requerían muleta con mayor firmeza y determinación y estructura técnica en sus faenas, salvándose en actitud el primer espada Juan Pedro Moreno, que estuvo firme y variado pero con poca fortuna con la espada.
Xavier Gallardo tuvo pasajes interesantes en su primero, por lo que fue ovacionado en el tercio, al final de la faena, que arruinó con la espada, con su segundo alargo la faena y por fallos con la espada se tocaron los tres avisos.
El que tuvo el ejemplar más potable de La Soledad que cerro plaza fue el ecuatoriano José Antonio Bustamante que no logró conservar la distancia y con ello ligar las tandas por lo que lució de manera intermitente, ante el descontento del respetable.
Los tres tuvieron pasajes interesantes sin redondear; es cierto, la novillada tenia complicaciones, pero se requería lidiar toreando para someter y luego tejer la faena hasta que la calidad escasa de los novillos se los permitiera, a Dios gracias no hubo percances que lamentar tan solo un golpe en las costillas de Xavier Gallardo, que sufrió un feo arropón sin consecuencias y la rotura en el muslo derecho del vestido de torear.
Mucho bien les haría si como parte de sus entrenamientos, en las ganaderías, les pusieran a lidiar vacas viejas y con resabios para estar preparados.
Lamentable actitud del novillero Paulo Campero al saltar de espontáneo al ruedo cuando acompañaba al novillero Xavier Gallardo en el callejón; como profesional del toreo no es forma de pedir una oportunidad, faltando al respeto a sus compañeros de profesión.