Israel Téllez cerró la Feria de Teziutlán con un importante triunfo de tres orejas y salió a hombros al final de un festejo entretenido, en el que también actuaron el rejoneador Emiliano Gamero, Rafael Ortega y Antonio García "El Chihuahua", que escucharon palmas.
 
Se percibe mayor madurez en Israel Téllez de hace algunos meses que le vimos a la fecha. Fue hacia adelante ganando terreno al veroniquear al primero de la lidia a pie, cubriendo posteriormente el segundo tercio con facilidad llevándose fuertes ovaciones. Con prontitud se arrancó el de Piedras Negras a la muleta del guanajuatense, de la que surgieron ayudados con ligazón mientras lo permitían las embestidas que hacia el final se fueron acortando; la estocada caída tuvo efecto inmediato y vinieron las orejas en premio a su labor.

Con suaves lances a pies juntos recibió al segundo de su lote, al que tras pelear en varas le cuajó tres estupendos pares de banderillas, cuadrando en la jeta y con la respuesta inmediata del público; planteó la faena de manera diferente a la tendencia actual, empezando por alto siguió con series de dimensión y temple llenas de torería, con valor sereno se colocó más cerca para ligar muletazos varios destacando las sanjuaneras; al irse tras la espada se mojó los dedos aunque quedó caída por lo cual solo se le otorgó una oreja.

A Rafael Ortega poco le favoreció el sorteo. Su primero remató de salida en un burladero saliendo resentido, acentuándose esto después de un puyazo y además perdiendo las manos; clavó banderillas con su reconocida destreza siendo ovacionado. Después de afanarse con la muleta el burel se fue a tablas por lo que el torero decidió entrar a matar, señaló un pinchazo antes de media y dos descabellos retirándose entre palmas.

Presentó complicaciones el que hizo cuarto, de ahí que con la capa vimos labor de trámite, al no tomar los palos el matador, el público se molestó y fue en aumento por el pobre desempeño de la cuadrilla. Hubo intentos infructuosos de Rafael, teniendo que aguantar el enfado de la gente; terminó de espadazo tendido y caído para escuchar división de opiniones.

Regulares fueron los lances de El Chihuahua al tercero de la lidia a pie, mejorando sensiblemente con los rehiletes; más tarde con la muleta la escasa emotividad del astado, se tradujo en una labor sin transmisión que terminó de media estocada tendida y un descabello, para escuchar leves palmas.

Sin fijar las zapatillas recibió Antonio al que cerró plaza; éste toro hizo una bonita pelea con el caballo pues empujando se lo llevó unos seis metros; realizó el norteño sin gran quietud un quite por zapopinas y al clavar el primer par de banderillas falseó lastimándose la rodilla derecha. Con pundonor cerró el tercio y haciendo un esfuerzo se estiró en algunos ayudados sin gran repercución, dejó un pinchazo hondo que tardó en hacer doblar, sonó un aviso sin embargo las palmas acompañaron al torero hacia la barrera.

Abrió plaza el rejoneador Emiliano Gamero ante un bravo ejemplar de Magdalena González, que puso en aprietos al jinete desde el principio en un par de ocasiones, pero después de clavar dos rejones se asentó el astado y pudo templarlo al torear con la bandera, clavó banderillas en buen sitio cosechando fuertes palmas; luego sin medir la embestida en un quiebro, a punto estuvo de sufrir aparatoso percance al ser alcanzada su cabalgadura y casi siendo derribada.

Para reponerse permitió que intervinieran los Forcados Amadores de Teziutlán, que fallaron la pega en el primer intento; se preparaban para otro intento del cual finalmente desistieron regresando al callejón entre algunos abucheos. Gamero clavó medio rejón de muerte muy defectuoso con el cual el toro se entregó al puntillero; hubo algunas palmas pero consideró que merecía más y arrancó a dar la vuelta durante la cual hubo protestas