Banners
Banners
Banners

Gran tarde de Zotoluco y El Capea en SJR (fotos)

Domingo, 24 Jun 2012    San Juan del Río, Qro.    Raúl Magos | Foto: Juan Luis Noguez          
Y compartieron la salida en volandas
Bien definía Julián López “El Juli” el indulto como el triunfo de la Fiesta. Ahora que más de algún interesado (por tener otros intereses) animalista sudamericano, y uno que otro erudito que habla de la exaltación que de la violencia hacen los espectadores en la plaza de toros, surge la emoción genuina del que, sepa o no sepa de toros pero hace acto de presencia en el coso, es testigo del comportamiento en la arena de un toro bravo y éste le lleva a emocionarse.

Salió en cuarto lugar de la tarde y correspondió a Zotoluco. Tras torearlo discretamente con el capote, el de La Venta del Refugio empujó con los riñones a la cabalgadura del picador. Lástima que no dejaron verlo desde lejos, en lo que se suponía era un concurso de ganaderías. Llevó la cara un tanto alta, pero acometió con pujanza al caballo.

Justo en ese momento comenzó a llover con fuerza, como si se presagiara lo que vendría después en el redondel: Un caudal de embestidas persiguiendo la muleta, exaltando el toro su bravura sin importarle la lluvia o su posible inseguridad al pisar la arena, que llegado el punto, era auténticamente un barrizal.

Comenzó Zotoluco a descifrar las buenas condiciones del toro en los primeros compases de la faena, aunque varios de los muletazos no fueron del todo limpios, también porque el toro derrotaba en el último tiempo al sentir la tela. Pero poco a poco, a la par que la lluvia crecía, toro y torero se fueron asentando; Zotoluco se dio a disfrutar los pases, a gustarse como se dice en argot, y “Bien Peinao” se dio también mostrar en el ruedo esa memoria genética de quién sabe cuántos antepasados suyos.

Avanzaba la faena y en la sucesión de pases de Zotoluco, parecía que el de La Venta del Refugio no cesaría de perseguir el engaño, quizás hasta que las fuerzas le abandonasen. En todos los terrenos embistió el toro, hasta que la gente, en plena mayoría y con emoción, solicitó con fuerza el perdón de su vida, que –opinión personal- atinadamente concedió el representante de la Autoridad.

Con esa misma prestancia con que siguió la muleta de Zotoluco, el nuevo rey del campo bravo queretano obedeció al cite que desde la puerta de toriles le hicieron, para, completamente empapado, enlodado pero con el viaje de vuelta a la ganadería asegurado, volver a subir por la rampa al camión.

Estampa emocionante para el aficionado. Son ese tipo de cosas que nunca entenderán los que atacan la Fiesta. Y qué mal por ellos, ojala se dieran la oportunidad de interesarse realmente por conocer la esencia del toro y lo que rodea a su lidia. Sin complejos. Seguro se aficionarían.

El toro que abrió plaza, de la ganadería de Celia Barbabosa, además de buena presencia mostró clase en la muleta, empujó al caballo en el fuerte castigo que recibió, y tras ponerse en el sitio, Zotoluco consiguió muletazos de buena factura, sobre todo por el pitón izquierdo. Pasaportó de un espadazo entero pero tendencioso y que caló al toro, además de un golpe de descabello para escuchar palmas, mismo premio que al toro en el arrastre.

También salió en hombros Pedro Gutiérrez Lorenzo “El Capea” tras serle concedidas por el palco las dos orejas de ambos toros de su lote, a los cuales también recibió de hinojos. Su primero, de Xajay, que no fue puesto de largo y solo recibió un puyazo y posteriormente otro refilonazo -en los que cumplió-, resultó áspero, y el torero salmantino se puso en el sitio para encadenar los muletazos. Estocada entera en buen sitio y las dos primeras orejas a la espuerta, mientras que para el toro un sorpresivo arrastre lento.

El segundo de su lote fue de la ganadería de Campo Real, recibió un puyazo en el que cumplió, para llegar posteriormente a la muleta sin transmitir y exigiéndole al Capea para poder extraerle los pases. Fue una faena de mérito, dadas las condiciones del ruedo, concluyendo de una estocada entera y caída para recibir otras dos orejas que generosamente el palco concedió, igual que el arrastre lento al toro.

Ignacio Garibay intentó conseguir el triunfo toda la tarde, aunque tuvo en su conjunto el lote con menos posibilidades, y ciertamente habría que apuntar que fue el único que intentó poner de largo a sus toros, por aquello del concurso. También sobresalió con el capote. Su primero, de Carranco, tardó en arrancarse en el caballo y recibió un puyazo, en el que cumplió. Luego en la muleta resultó tardo y con el recorrido medido, presentando peligro para el torero al revolverse abajo. Dos pinchazos y una estocada entera en buen sitio para escuchar palmas.

El quinto de la corrida, que perteneció al hierro de Pepe Garfias, cumplió en el único puyazo que recibió, y ya en el último tercio fue de más a menos, además de adolecer de transmisión. Ignacio se puso entre los pitones, tratando de sacar los muletazos y con el ruedo en no muy buenas condiciones, por lo que su intento también tuvo mérito. Pinchazo y estocada entera para nuevamente escuchar palmas a su voluntad.

Ficha
San Juan del Río, Qro. Segunda y última corrida de feria. Más de tres cuartos de entrada en tarde lluviosa. Toros de diferentes ganaderías, lidiados en este orden: Celia Barbabosa, Carranco, Xajay, La Venta del Refugio, Pepe Garfias y Campo Real, de los que destacó el de La Venta del Refugio, que fue indultado. Pesos: 450, 465, 515, 500, 500, 455 kilos. Eulalio López "Zotoluco" (grana y oro): Palmas y vuelta tras indulto. Ignacio Garibay (lila y oro): Palmas en su lote. Pedro Gutiérrez "El Capea" (olivo y oro): Dos orejas y dos orejas. Incidencias: El toro indultado se llama "Bien Peinao", número 35 y con 500 kilos. Tras el paseíllo las Asociaciones de Matadores y de Empresarios Taurinos entregaron un reconocimiento al picador Ignacio Meléndez, por su gran actuación en la pasada Feria de San Isidro en Madrid.


Comparte la noticia