El festival celebrado en el marco de la Convención Nacional Minera en la Monumental Zacatecas, dejó buen sabor de boca gracias al arrojo y valentía de los aspirantes a novilleros de la tierra de cantera y plata, siendo el máximo triunfador al cortar dos orejas, Rodolfo Martínez "El Rorro", quien partió plaza como aspirante anónimo y salió a hombros como una firme promesa.

Mariano Sescosse y Mariano Infante pasearon un trofeo, mientras que Ángel Giovanni Platerito se fue de vació en los dos ejemplares que lidió, pues regaló un sobrero de Torrecilla de Bonilla; se lidiaron también tres ejemplares de la dehesa de Santa Bárbara, siendo el cuarto un extraordinario ejemplar que mereció el arrastre lento.

La afición que registró en tarde soleada y con viento un cuarto de entrada en el coso de la capital zacatecana, salió  contenta por saber que se cuentan con cuatro firmes promesas que en algunos meses saltarán al siguiente paso como novilleros.

El festejo lo abrió Ángel Giovanni Platerito, quien a unos cuantos días de su regreso a Madrid se reencontró con su afición, y lo hizo demostrando que sigue manteniendo ese ritmo y temple en su quehacer en el ruedo.

Con su primero, "Minero", del hierro de Torrecilla de Bonilla, se mostró solvente con el percal, destacando en un quite por tafayeras, cubrió el segundo tercio para después brindar la faena del eral a su padre, Alejandro Espinosa.

El ejemplar se revolvía con prontitud y puso cuesta arriba la faena de muleta del joven zacatecano quien agotó todas las posibilidades, pues también afrontó las ráfagas de viento que molestaron toda la tarde,  logrando destellos importantes. La estocada fue trasera por lo que tomó el descabello acertando al cuarto golpe, escuchando un recado del juez de plaza, Carlos Ibargüengoitia; se retiró entre palmas.

Con el de regalo "Carburo", tampoco tuvo posibilidades escuchando otra vez los aplausos del respetable.

El segundo turno correspondió a Mariano Sescosse, quien se despidió de la afición de Zacatecas toda vez que la próxima semana partirá a Sevilla, donde continuará su preparación con miras a su debut como novillero.

"Barretero" fue el ejemplar de la ganadería de Santa Bárbara que le correspondió en suerte, y que se dejó por el izquierdo, cualidad que Mariano aprovechó para instrumentar naturales de buena manufactura, además el eral también tuvo fijeza y le permitió otros pasajes de calidad, y solvencia. Mató de una estocada en buen sitio al segundo viaje cortando una oreja de mucho mérito.

Mariano Infante fue el tercer acartelado y tuvo en suerte a "Gambusino", también del hierro propiedad del ganadero Javier Borrego Estrada, al que recibió con faroles de rodillas. En la suerte de varas el aspirante a picador Eduardo Delgado "El Ruso", señaló un buen puyazo siendo reconocido por el respetable que le tributó una ovación. En la faena Infante trató de estar a la altura de las circunstancias, y aunque pasó apuros al ser embestido en varias ocasiones, se puso nuevamente de pie para continuar su labor muleteril que le brindó al entusiasta ganadero Sergio Rojas.

Sin acomodarse del todo, Infante evidenció cualidades que, con el tiempo habrá de pulir, para así  crecer dentro de esta profesión; será el propio rodaje el que hará afinar esos detalles que siempre terminan marcando la diferencia. La espada quedó colocada en buen sitio por lo que se llevó una oreja.

Cerró plaza Rodolfo Martínez "El Rorro", alumno del maestro Víctor Simental, quien simplemente salió a por todas, y lo consiguió a base de actitud y solvencia ante un gran ejemplar de Santa Bárbara.
Con el percal recibió a "Muestrero" instrumentado faroles de rodillas para después ejecutar de manera vistosa un quite por chicuelinas. En el tercio de banderillas mostró facultades, el primero un par al cuarteo, el segundo al violín, y para cerrar banderillas cortas, todas en buen sitio, siendo ovacionado.

La muerte de su ejemplar la brindó al matador de toros Alejandro Uvario, para de ahí colocarse en el centro del redondel e iniciar con un cambiado por la espalda, después bajo los acordes de la Marcha de Zacatecas continuó su aseada labor en la que no sólo mostró facultades sino recursos, pues aprovechando la excelente embestida del eral, cuajó tandas por naturales y derechazos de calidad, al tiempo que ligó pases en redondo.

Con ritmo, ton, son, y sobrada actitud, Martínez disfrutó su labor y por tanto transmitió con fuerza en el tendido. Rubricó su actuación con una gran estocada por lo que se llevó las dos orejas; el novillo recibió palmas y además arrastre lento por su nobleza y bravura.

Al final del festejo se entregaron algunos reconocimiento. Mauricio Sescosse y Antonio Sandoval, reconocieron la colaboración del gremio minero para la realización del festival que fue todo un éxito, recibiendo la distinción Francisco Gutiérrez Castorena y Salvador González.

Además el triunfador del festejo recibió un capote como premio, mientras que el segundo lugar que a juicio del público fue Mariano Sescosse, se llevó una muleta. Al término del festejo Sescosse, Infante y Martínez fueron paseados a hombros.