El matador español Iván Fandiño tuvo exitosa presentación en ruedos mexicanos, al obtener dos orejas y ser paseado a hombros, al término de la primera corrida de feria, en la que Alfredo Ríos "El Conde" tuvo también destacada actuación al conquistar un trofeo.

Además de oficio y clase,  Fandiño mostró capacidad para adaptarse rápidamente, estructurando a su primero una faena con la mano izquierda, pues por el derecho el toro aprendió, teniendo que despacharlo pronto; lo consiguió de pinchazo y media estocada tendida para escuchar palmas.

Con suavidad lanceó a su segundo, al que después del castigo le cuajó chicuelinas con gracia torera. Brindó al ganadero Vicente de Haro, que se hallaba en el tendido viendo lidiar su encierro, del cual un toro lo hirió al embarcar. En los medios comenzó Iván con dos muletazos cambiados por la espalda, ligando luego sobre ambas manos un trasteo con predominio del temple y la colocación. Con estocada en la yema mató sin puntilla cortando aquí sus dos primeras orejas.

Cargando la suerte al veroniquear, Alfredo Ríos "El Conde" saludó al abreplaza que dio brava pelea en varas; luego por sus reconocidas facultades de rehiletero se hizo aplaudir, y en el tercio final se impuso marcándole al toro el camino. Una estocada espectacular remató su labor, que se premió debidamente con una oreja.

Banderilleó al cuarto con más exposición que lucimiento, y con la muleta llevó suavemente al astado, destacando una serie de naturales a pies juntos; dejó pinchazo que no hizo efecto pronto
pero descabelló al segundo intento poco después de un aviso, escuchó palmas.

A Pepehillo le correspondió en primer término un toro con poca fuerza que acortó las embestidas en el tercio final. Lo banderilleó abusando de las cortas buscando el aplauso; aunque empezó corriendo bien la mano diestra, fueron pocas las series, y como pinchó varias ocasiones le sonaron un aviso.

En el sexto únicamente vimos su insistencia para clavar banderillas cortas, luego ante el poco recorrido no eslabonó los muletazos, y se retiró en silencio tras matar de pinchazo hondo.