La séptima novillada de la temporada de la plaza "San Marcos" de Aguascalientes vivió la cara y cruz al haber resultado herido el ecuatoriano José Antonio Bustamante, mientras que el portugués Paco Velasquez cortó la única oreja de la tarde en la que dos novillos fueron devueltos.
Paquito Velázquez llegó a la "San Marcos" con la intención de emular lo hecho por su paisano El Cuqui, que la semana pasada salió a hombros y aunque no lo consiguió ha mostrado que tiene ganas de ser, con su primer enemigo dimensionó lances tanto de recibo como en un ajustado quite por saltilleras. Aprovechando las buenas condiciones de astado trazó series por ambos pitones, destacando por sobre manera su toreo al natural; después de una estocada efectiva logró el corte de una oreja.
Con el sexto de la tarde el portugués trató de consolidar su triunfo, lamentablemente se topó con un astado que no le permitió el lucimiento; no obstante, tanto en el capote como con la franela denotó voluntad; por ello al final de su actuación escuchó una nutrida ovación.
Después de tanto picar piedra, finalmente José Antonio Bustamante ha recibido la oportunidad, consciente de ello para recibir a su primer enemigo ofició elegantemente con el capote, mientras que su participación con la muleta no ha sido lo que él hubiera querido, ya que el astado presentó complicaciones por el pitón derecho. Por su voluntad, escuchó una ovación.
El quinto de la tarde ha sido un novillo emotivo y repetidor aunque con una embestida descompuesta, con el cual el de Ecuador dibujó estéticas verónicas y un ajustado quite. Con la muleta, las cosas fueron de menos a más; un escalofriante cambiado por la espalda fue el preámbulo para interminables series por ambos pitones, en los que una joven afición aquilató las buenas maneras de Bustamante. Lamentablemente a la hora de tirarse a matar, por cierto con mucha determinación, fue prendido y recibió una cornada.
El norteño Sergio Garza mostró una voluntad considerable. Con el tercero de la tarde lanceó cadenciosamente a la verónica y cubrió con mucha determinación el segundo tercio. En su faena se pudo ver algunos errores que son entendibles por su poco rodaje, sin embargo su carta de presentación fue aceptable.
Con el séptimo de la tarde, el de Monterrey mostró la misma actitud y por ello se fue a los medios para recibir con una larga cambiada en la que recibió un fuerte pisotón, sin enmendar en ello, trató de lucir tanto con el percal, con las banderillas y con la muleta, al final de su labor escuchó algunas palmas.
El jovencito José Luis Cuéllar, al hacer su presentación en la añeja plaza, ha tenido la mala fortuna de pechar con el lote menos potable de Jorge de Haro, a tal grado que sus dos enemigos fueron devueltos a los corrales. Por ello, se enfrentó en primer término a un buen novillo de Castorena, con el cual logró un óreo de expresión y, aunque también denotó su falta de rodaj,e al final de su labor escuchó palmas.
El que cerró plaza fue un novillo de Ojo de Agua que se constituyó como el más pesado del festejo, con un comportamiento incierto que malogró las ilusiones del esforzado novillero; no obstante, se pudieron ver algunas series de valía, al retirarse a la barrera escuchó fuertes palmas.