Efrén Rosales fue el triunfador de la quinta novillada de la temporada de la plaza "San Marcos" de Aguascalientes, donde cortó dos orejas tras una buena faena al tercer novillo de la tarde, perteneciente al hierro de La Cardona, propiedad de Armando Guadiana.

Rosales es un joven que ya conoce lo que es ser el triunfador de la temporada y es que el año pasado participó en una de las novilladas de feria,;el día de hoy, consciente de lo anterior, ha salido con una enorme decisión de repetir las cosas.

Con su primero ha presentado dos faroles de rodillas como carta de presentación, un ajustado quite por saltilleras fueron el preámbulo para la ejecución de una faena que inició pegado en tablas para luego sacar al novillo a los medios, en donde corrió la mano por ambos pitones.

Si bien por momentos la embestida descompuesta deslució un tanto las series, también por momento los muletazos fueron de una enorme lentitud, el de la tierra también agregó valentía y variedad, proyectando rápidamente a los tendidos.

Como colofón de su faena se fue por delante a la hora de matar y aunque la estocada no fue del todo ortodoxia, la decisión fue enorme, al surtir efectos el juez le otorgó una oreja pero el público exigió la segunda.

El que cerró plaza ha sido un novillo muy potable y ello fue aprovechado por el espigado joven, interminables series por ambos lados en los que la emoción inundó la "San Marcos", a tal grado de que bajo las notas de la pelea de gallos, el público coreó el toreo de Rosales. Lamentablemente y cuando tenía la ratificación del triunfo, falló con el acero para, además de escuchar un bocin,azo, saludar en el tercio.

Alberto Valente llegó a la Plaza "San Marcos" en las mismas condiciones que Efrén Rosales; es decir ser uno de los triunfadores de la temporada pasada, por ello con el que abrió plaza dibujó lentas verónicas para luego cubrir con lucimiento el segundo tercio. Lamentablemente el novillo presentó algún defecto y se desplomó en varias ocasiones; no obstante, Valente logró cuajar varias series por ambos pitones, por su actuación saludó en el tercio.

Con el cuarto de la tarde y dispuesto a no dejarse ganar la pelea, se fue a los medios para temerariamente ejecutar una ajustada larga cambiada, a pesar de las dificultades que presentó su enemigo, cubrió con valentía el tercio de banderillas. Para su mala fortuna el novillo se agarró al piso y no permitió la ligazón, sin embargo con tirabuzón y exponiendo logró arrancar algunos muletazos, al ponerse pesado con el acero escuchó un aviso.

El español Martín Campanario francamente ha dejado una mala impresión. Con su primer enemigo no logró acomodarse con el percal, mientras que con la muleta, si bien logró algunos buenos pases, no aprovechó las buenas condiciones de un novillo que le ofreció un verdadero triunfo; al final de su labor se retiró en silencio.

Con el quinto de la tarde las cosas fueron de mal en peor, desde la salida del novillo el europeo no quiso, o no pudo hacer nada, ya que únicamente denotó enormes dudas; para agravar la situación batalló enormidades para matar, escuchando dos avisos y fuertes pitos.