El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza y el diestro Fermín Spínola compartiron el triunfo y la salida a hombros en la corrida mixta celebrada esta tarde en Lagos de Moreno, Jalisco, en la que Antonio Lomelín hijo debutó con caballos en México.

Fue una tarde para recordar en las efemerides del toreo azteca pues hoy nació una nueva promesa en las filas novilleriles al debutar de luces el joven diestro Antonio Lomelín, hijo de la gran figura del toreo del mismo nombre, ya fallecido.
 
El debut de Lomelín podría considerarse que fue con el pie derecho, pues su labor tuvo eco en los tendidos, se vio muy desenvuelto, con naturalidad y para nada le pesó alternar por primera vez y ante plaza casi llena, al lado de la figura del rejoneo mundial, Pablo Hermoso de Mendoza.
 
Las fallas con la espada en el primer intento malograron lo que bien pudo haber valido la concesión de una oreja en cada novillo que lidió. Queda en el recuerdo al estoconazo que le sepultó a su primer enemigo, en el segundo intento, en una imagen similar a la de su famoso padre y que sirvió para eleborar los carteles taurinos.
 
Pero volviendo a la tarde, esta no era facil para Hermoso de Mendoza, ya que a la misma hora se transmitía por televisión la corrida del 66 Aniversario de la Plaza México y la Final del Súper Tazón de los Estados Unidos, eso sin contar que en la cercana ciudad de León continuaba el serial de Feria y que antes del festejo se soltó un aguacero en esta ciudad del occidente mexicano.
 
Con todo ello en contra, el inmenso Lienzo Charro reunió poco más de tres cuartos de entrada, unos cinco mil aficionados que disfrutaron de una gran tarde de toros mixta.
 
Similar a lo ocurrido el día anterior en León, Pablo hizo un gran esfuerzo para salvar la tarde, ante dos ejemplares de Chinampas, que no prometían el triunfo.
 
"Villa" galopó hasta lograr parar las embestidas de "Tapatío", astado con 470 kilos que requirió de dos rejones de castigo bien puestos en lo alto del morrillo. Con "Van Gogh", el estellés colocó  banderillas a una mano, marcando el quiebro en la boca de riego y para entonces el público ya estaba entregado.
 
El turno era para "Viriato", con el que colocó dos banderillas más, antes de que presentara a "Cartago", otro fino ejemplar de la cuadra con el que lució en las cortas en redondo y logrando el teléfono, creación del Ciclón Mexicano, Carlos Arruza. Tras un pinchazo con la hoja de peral, sepultó ración entera al segundo viaje para cortar una oreja.
 
Su segundo toro, de entrada, se quedó agarrado a la arena apenas al recibir el primer rejón de castigo. No había poder humano, ni capotes de los subalternos que lograran sacaran al toro de su terreno. A base de insistir y confiar en su cuadra, Pablo con las riendas del experimentado "Silveti" logró tirar del toro y hacer que éste hiciera caso, colocando en el quiebro ajustadas banderillas.
 
"Dalí" colaboró también e hizo que el navarro pudiera ejecutar alguna pirueta, para mantener el interés del público. Finalmente fue "Pirata" el que ayudó para amarrar el triunfo, pues en dos ocasiones Hermoso de Mendoza la bordó al colocar pares a dos manos, muy pegado a las tablas. Ahora sí, en elprimer viaje sepultó al acero y patas arriba dobló el astado, por lo cual tras la petición unanime se le concedieron do sorejas mas a su cuenta.
 
A pie, completó el cartel Fermín Spínola, quien estuvo aseado en su primer turno, ante un ejemplar sin transmisión y poca fuerza, por lo que el diestro se ufanó en conseguir sacarle partido por ambos lados. Una estocada certera le valió para cortar las dos orejas.
 
Con el corrido en quinto sitio, su labor mejoró, hubo más conexión con el público y la faena aumentó de tamaño. Lastima que esta vez la espada lo traicionó y perdió la oreja.
 
De Lomelín ya se narraba que el de hoy fue su debut de luces, después de haber pasado dos años en la Escuela de Arganda del Rey, propiedad de la Fundación de "El Juli".
 
El chaval mostró tamaños para volar alto. Porte, valor, elegancia y clase la posee y eso ya es mucho decir para alguien que empieza. Conforme él mismo vaya agarrando mayor confianza sus actuaciones irán dando los frutos esperados. Es pronto para decirlo pero vale la pena un augurio: Lomelín tiene todo en sus manos para llegar al sitio anhelado.