Sebastián Castella redondeó una buena feria de Manizales con el triunfo obtenido a ley durante el festival de figuras celebrado esta noche en la plaza colombiana, en la que participaron varias figuras, y donde El Juli toreó su primer festejo de 2012 y también cosechó un apéndice.

Un difícil encierro de La Carolina le permitió a los españoles y al francés hacer gala de su capacidad, mientras que los dos colombianos pasaron algunos trabajos en el cierre del festival. Sebastián Castella tuvo esta noche su revancha, y desorejó al novillo

Lo dominó desde la salida e instrumentó una faena de mucha firmeza a un novillo que tuvo tendencia a rajarse. En el final de faena optó por los toques fuertes y la corta distancia para sujetarlo y prolongar un poco más la conexión con el público que no dudó en pedir con fuerza las orejas a la poderosa labor del francés.

El Juli cortó una oreja por su faena de muchos recursos y gran técnica. Ganó los terrenos del novillo que en los primeros tercios tuvo calidad, pero en la muleta presentó una embestida irregular. Y aunque la faena no tomó vuelo, el público reconoció claramente la capacidad de Julián y pidió la oreja pese a un pinchazo que antecedió la estocada. 

Brillante estuvo con el capote El Cid, aprovechando el momento alegre de su novillo. Un ejemplar con motor y complicaciones a las que no terminó de imponerse el diestro sevillano. Cuando la faena ganó en intensidad también bajó en calidad. Por el pitón izquierdo no compró las complicaciones que planteó el novillo y lo despachó de media estocada tendida. Saludó la ovación.

Muy torero estuvo Juan Mora, que vinó a Manizales como actual triunfador de la temporada. Desde su saludo de capa hasta el final inesperado de faena, dejó destellos de su particular estilo. Para recordar, tres doblones de un temple exquisito y un recorte torerisimo. No estuvo fino con los aceros y saludó una ovación. 

Andrés de los Rios se dejó complicar por el genio del novillo, y aunque instrumentó una faena larga y tuvo la buena voluntad de intentar ligar las series, le faltó decisión a la hora de mandarlo, sin percatarse de que en los momentos en que se puso firme y adelantó la muleta atacando al novillo, embestia con calidad. Por la excelente estocada muchos de sus paisanos pidieron una oreja que el presidente no concedió.

En el penúltimo del festival, tomamos el trago amargo de la noche. Y Guerrita Chico, que torea muy poco a lo largo del año, dejó que el novillo se impusiera y mandara incluso en los terrenos del matador. Toda la faena estuvo a punto de la cornada y quedó clara solamente la falta de oficio del torero colombiano.