Cristian Hernández rozó el triunfo ante sus paisanos en el festejo de Año Nuevo en la plaza Santa María, ya que dio vuelta al ruedo en el segundo de su lote tras tener petición de oreja que no fue concedida. Sin ser una faena del todo estructurada, Cristian le pegó buenos muletazos sobre todo por el pitón derecho, porfiando ante un novillo que terminó distraído. Tras una estocada entera y de buena colocación, aunque de efectos tardos, dio vuelta al ruedo.

En su primero, que tenía mucho que toreársele, comenzó con buenos muletazos, aunque le costó mantener el ritmo del trasteo y fue silenciado tras oficiar con la espada y hacer uso del descabello.

Quien estuvo a punto de triunfar y posiblemente obtener un trofeo de ley fue el español Tulio Salguero, que le cuajó un trasteo de mérito al primer novillo de su lote, que comenzó gazapón pero al cual le fue sacando muletazos largos y con mucha transmisión al tendido. Lamentablemente emborronó la faena con la espada e incluso llegó a escuchar dos avisos, que le privaron de tocar pelo en la faena mejor lograda del festejo.

Su segundo fue el de menos posibilidades del encierro, áspero y que terminó orientándose, sin embargo a éste sí lo pasaportó al primero intento, de un espadazo entero y algo caído pero que fue suficiente y tras el cual dio una vuelta al ruedo. Regaló un octavo, deslucido y al cual despachó de un sartenazo horroroso para ser silenciado.

Otra vuelta al ruedo consiguió Salvador López en el segundo de su lote, un novillo que tuvo movilidad y ante el que estuvo intermitente. Tras un buen inicio con la muleta cierto es que pegó buenos muletazos, aunque le faltó estructurar y aprovechar con más rotundidad las embestidas del de Rodrigo Aguirre. Tras dos intentos con la espada y un descabello dio vuelta al ruedo tras tibia petición.

En el primero de lidia ordinaria, que tuvo mucho que toreársele y mostró clase, sopló con fuerza excesiva el viento y Salvador nunca pudo confiarse, por lo que prácticamente quedó inédito el novillo. Tras un pinchazo y tres cuartos de espada delantera escuchó palmas.

Abrió plaza el rejoneador Eduardo Rubí, que estuvo empeñoso aunque muy errático en la colocación de rejones y banderillas ante un novillo con voluntad de embestir de Santa María. Los Forcados de Querétaro realizaron una buena pega, sin el lucimiento de otras ocasiones ya que el novillo llegó con la fuerza justa tras una lidia larga y con los arpones por doquier.