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El temple de Juan Pablo inunda La México (video)

Domingo, 20 Nov 2011    México, D.F.    Jorge Raúl Nacif | Foto: Sergio Hidalgo           
Bordó una templada faena que malogró con la espada
Tan grata como esperanzadora fue la presentación de Juan Pablo Sánchez en la Plaza México, festejo en el que confirmó la alternativa, pues bordó una importante faena ante el sexto de la tarde, haciendo gala de un temple extraordinario pero perdiendo las orejas por fallar con el acero.

Y aunque la fría estadística hablará simplemente de una sonora ovación desde el tercio tras dar muerte a este ejemplar de Bernaldo de Quirós, el único del encierro que tuvo calidad, la realidad es que el hidrocálido deja un sello de torero bueno que hace ilusionarnos, una impronta que de verdad caló hondo en el público capitalino y que vale para reafirmar su triunfal campaña europea y las destacadas actuaciones que ha brindado en la República Mexicana.

Bien jugó los brazos a la verónica en los albores de la lidia, para luego hacer gala de inteligencia torera y cuidar mucho al ejemplar, incluso desistiendo de hacer un quite. De manera elegante fue sacando al toro del terreno del tercio a los medios, llevando la muleta a media altura, sin forzarlo en lo absoluto.

Una vez en el centro del redondel, Juan Pablo comenzó a templar las embestidas con la mano derecha, pulsando mucho en el trazo y alargándolo lo más posible para recrearse en cada uno de los muletazos con una lentitud extraordinaria, sintiendo mucho para poder hacer sentir a un público que, de inmediato, se metió de lleno en la faena.

Si bien es cierto que el ejemplar no tenía la misma claridad por el pitón izquierdo, el hijo del matador Ricardo Sánchez dibujó algunos naturales de bella factura, siempre reponiendo el terreno justo. De nuevo por derecha hizo explotar al coso de Insurgentes, sobre todo al torear en redondo y bordar una dosantina con un cambiado de mano por delante.

Además del arte que atesora, Juan Pablo demostró que tiene sitio y bien aprendido el oficio, pues supo mantener el nivel del trasteo, aguantando cuando el toro se frenaba a la mitad de la suerte y entregándose en todo momento, como lo dejó ver en los bellísimos adornos con los que le puso la cereza al pastel de esta gran faena. Queriendo cortar las orejas, decidió regalar un ejemplar tras no poder coronar con la espada esta bella faena.

El toro de regalo fue pitado desde salida, pues el público consideró que era chico. Pese a estas circunstancias, el hidrocálido hizo el esfuerzo y se plantó con determinación para buscar el triunfo. Una pena que el ejemplar llegó casi sin gas al tercer tercio y con medias embestidas, complicando una situación que no logró tomar vuelo.

Con tersas verónicas recibió al astado con el que confirmó su alternativa de manos de Sebastián Castella. A este burel le recetó buenas tandas por derecha, entendiéndolo magníficamente y haciendo concebir esperanzas de algo importante. Sin embargo, el toro vino a menos y terminó por regatear las embestidas, quedando todo en una sincera ovación desde el tercio.

Octavio García "El Payo" brindó una tarde de esfuerzo y logró momentos de una gran calidad. Sin embargo, el público le exigió de más durante todo el festejo y, por momentos, le pitó de forma injustificada, sin reconocerle el tesón que dejó en el redondel capitalino.

Quieto se quedó en el péndulo con el que inició su faena ante el tercero de la tarde, con el que se dio a ligar bien por derechazos, dejando ver que está más toreado y va adquiriendo mayores recursos. El Payo dejó tandas muy templadas, aderezadas con detalles muy toreros, como un par de cambios de mano.

Conforme el toro se fue apagando, terminando con la cabeza arriba y soseando, el trasteo vino a menos; lo que no vino a menos fue el tesón de Octavio, que le pisó los terrenos hasta lograr la dosantina. Tras la estocada, el juez concedió la oreja pues había petición mayoritaria, pero luego le fue pitado el trofeo y tuvo que dejarlo en manos de su cuadrilla para dar la vuelta al ruedo.

Con el segundo de su lote volvió a estar decidido y se jugó la vida ante un ejemplar deslucido y que se quedó parado, pero que de repente pegaba arreones. Sin embargo, un amplio porcentaje del público no reaccionó ante su esfuerzo, ni siquiera cuando sufrió una fuerte voltereta. Tras la estocada, se retiró entre división de opiniones.

Mucha expectación había por ver a Sebastián Castella de nueva cuenta en este coso, pero fueron solamente destellos los que el francés pudo brindarle a la afición capitalina, debido al escaso juego de su lote y del toro que decidió regalar.

Delante de su primero lanceó bien con el capote y, con la muleta, fueron algunos trazos impregnados de asolerado arte. Haciendo gala de recursos, pudo interpretar incluso la dosantina, así como adornos de buen acabado, pese a la sosería del astado. La estocada trasera impidió que la petición de oreja fuera mayor, pero el francés saludó desde el tercio.

El cuarto de la tarde terminaba siempre con la cabeza a media altura y terminó por tener un recorrido muy corto. Y aunque Castella estructuró una labor larga y le fue paciente, el astado no fue agardecido y jamás se entregó.

Al de regalo le pesaron sus 550 kilos y llegó práticamente ahogado al tercer tercio, haciendo imposibles todos los esfuerzos del torero de Beziers. Y así, ante un toro totalmente aplomado, la faena se fue diluyendo ante el desencanto del tendido, que sin embargo supo aquilatar el profesionalismo de Sebastián.

Ficha
México, D.F.- Plaza México. Tercera corrida de la Temporada Grande. Unas 25 mil personas en tarde fresca, con algunas ráfagas de viento. Ocho toros de Bernaldo de Quirós (7o. y 8o. como regalo), correctos de presentación, descastados en su conjunto, salvo el 6o. que tuvo calidad. Pesos: 495, 515, 501, 505, 500, 520, 550 y 520 kilos. Sebastián Castella (lila y oro): Ovación, silencio y silencio en el de regalo. Octavio García "El Payo" (sangre de toro y oro): Oreja con algunas protestas y división. Juan Pablo Sánchez (blanco y plata): Palmas, ovación tras aviso y silencio en el de regalo. Juan Pablo confirmó la alternativa con el toro "Artista", número 128 y con 495 kilos. Al finalizar el paseíllo se brindó un minuto de aplausos a la memoria del empresario Nicolás González Rivas, fallecido la semana pasada.


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