Tanto Eulalio López "Zotoluco" como Enrique Ponce y Octavio García "El Payo", cortaron una oreja en la cuarta corrida de la Feria de Tlaxcala, en la que el poco juego de los toros de La Soledad no permitió el triunfo fuerte por parte de los espadas.

Se palpaba un gran ambiente para esta corrida pues el cartel lo ameritaba; y en ese clima de expectación, Zotoluco estuvo discreto con la capa ante el primero que al humillar, clavó los pitones en la arena dando la vuelta de campana, acudió bien al caballo de Moisés López, que lo prendió arriba y le valió las palmas del tendido. 

La faena transcurrió en reducida zona del ruedo, muestra del dominio del torero que lo llevó toreado aunque el toro terminara con la cara arriba, como del lado izquierdo no tuvo recorrido, le metió una estocada desprendida y descabello retirándose entre palmas.
 
Al cuarto, falto de casta, le dio lances a pies juntos de buena ejecución, y un puyacito fue suficiente para cambiar el tercio; empezó de rodillas el torero y luego el toro que perdió las manos; luego le insistió por el lado derecho consiguiendo buenos pasajes que no se repitieron por el lado natural. Con una estocada caída dobló el toro, vino la petición y concedió el juez la oreja, sin embargo al iniciar la vuelta le protestaron y la entregó a su cuadrilla.
 
El primero de Enrique Ponce dio pocas esperanzas desde su salida, por lo que solo dos verónicas tersas le vimos en el recibimiento, se le castigó poco y en el tercio de muleta fue difícil lograr la ligazón para entusiasmar; apareció entonces la experiencia del valenciano que logró algunas pinceladas; contrariado tomó la espada para lograr una estocada de gran ejecución que hizo rodar sin puntilla y valió merecidamente la oreja que le entregaron.
 
Más cara que sus hermanos tuvo el quinto ante el cual Enrique dibujo artísticas verónicas, aunque posteriormente tampoco se sintiera a gusto; trató de sacarle los muletazos que no tenía, y entre muestras de descontento decidió terminar, lo que consiguió con una estocada honda y contraria para que le sonaran las palmas.
 
Gustaron los lances con los que recibió al tercero Octavio García "El Payo", como sintió la embestida ordenó que casi solo señalaran el puyazo para que el toro conservara fuerza; con dos estáticos cambiados por la espalda la gente se emocionó y luego le corearon las series de ayudados en los que tiró del burel y le bajó mucho el engaño; los momentos culminantes fueron dos cambiados por la espalda en corto terreno que sorprendieron gratamente por su oportuna improvisación, cobró una estocada tendida que hizo efecto y la oreja fue correctamente otorgada.
 
Rematando en los burladeros salió el sexto lo que hizo pensar que llegaría mejor al tercio mortal, El Payo estuvo dispuesto aunque su esfuerzo no fructificara lo deseado, pues hubo pocos momentos buenos, tras dejar la espada caída le acompañaron las palmas cuando se retiraba a la barrera.